El Código Penal considera autores de un delito de abandono a padres cuyos hijos falten mucho al cole. Se crea una comisión que prevé un protocolo y si este se ve impotente --o incompetente-- acude a la vía penal. Ello se suele dar en zonas en riesgo de exclusión. Los jueces miran el entorno de carencia cultural y urgencia social pero aun así hay condenas. ¿No es la ultra integración un delito de abandono de familia? Hoy algunos niños van a la guardería con ocho meses. Entran a las ocho y salen a las dos, van a comedor y empalman hasta las cinco. Esta esclavización de la educación no atiende a criterios formativos sino a que no hay nadie en el hogar. Lo mismo que se acusa de abandono de familia a padres en riesgo de exclusión también se debería acusar a estos porque no son capaces de pactar para renunciar uno de ellos a trabajar para dar a sus hijos una infancia natural. Así, el paro bajaría y los sueldos subirían y nuestros hijos crecerían con los principios morales que trasmite el cariño. El problema es que la mujer está tan ilusionada por ascender en la sociedad de competencia que sigue adelante sin mirar para los lados. El problema es que el hombre sigue siendo un machista que no acepta ser el progenitor que se dedique al hogar. El problema es que la sociedad capitalista quiere explotar a ambos. Y así nos va, condenando a familias en riesgo de exclusión y premiando como vanguardistas de la educación a quienes en nombre de la igualdad, del machismo o de la competencia están destruyendo la principal fuente de civilización como es la familia.

* Abogado