Más allá de los problemas meteorológicos puntuales, los viajes en avión estaban considerados de gran rigor. Ahora todo ha cambiado, especialmente debido a los problemas que las compañías low cost tienen con sus trabajadores, desde los pilotos de Vueling (que por suerte han firmado un preacuerdo) hasta el personal de cabina de Ryanair, que dice cobrar «por horas» cantidades miserables, mientras la compañía asegura que les paga salarios de hasta 40.000 euros anuales. En fin, que la huelga, que la aerolínea irlandesa no va a evitar, dejará de nuevo en tierra a miles de viajeros españoles. Esto ya ha ocurrido varias veces, lo que llevará a muchos clientes a descartar el avión, o a determinadas compañías, en la planificación de sus vacaciones.