El batacazo electoral de los conservadores en Reino Unido, que ninguno de sus dirigentes fue capaz de prever y cuyas consecuencias son inciertas, ha sumido en el desconcierto a los británicos. Los zarpazos del terrorismo acentúan la incertidumbre ante el futuro inmediato. El yihadismo ha logrado alterar la percepción de seguridad que hasta ahora tenían los ciudadanos.