La situación de nuestra ciudad en estos tiempos es altamente preocupante. Edificios sin terminar (Palacio de Justicia, Biblioteca pública, Palacio de Congresos de C/ Torrijos, Centro de Salud Huerta de la Reina, Piscina cubierta en Parque Figueroa para discapacitados, Centro de Exposiciones y Ferias en Parque Joyero, la Normal de antiguo Magisterio con el Urban Sur en Sector Sur). Todas estas instalaciones están construyéndose con plazos de ejecución agotados y sin terminación de obra y, por lo tanto, sin licencia de apertura. Si a esta relación le sumamos lo prometido y no iniciado (mercado de abastos en edificio Lepanto, frente al mercado actual del Marrubial; mercado gourmet en Pósito de la Corredera, campo de futbol con centro comercial en Estadio San Eulogio, piscina cubierta en antiguo Poli de la Juventud, centro civico en antigua Cárcel de Fatima, ampliación del recinto ferial, césped artificial en el campo de la U.D. Sur, campo de fútbol para el Club Deportivo Alcázar, mejora y adecuación a centro de salud del antiguo Ambulatorio de la Avda. América, aire acondicionado para centros escolares, metrotren o cercanías de Villarrubia a Rabanales o lo que creo que sería mejor para todos: de Palma del Río a Villa del Río) y algunas promesas más que duermen en el baúl de los recuerdos.

Mi intención no es otra que pedir a nuestros representantes en las distintas administraciones, que se tomen en serio la política de servicio a los ciudadanos, que se pidan responsabilidades a quienes corresponda por los retrasos tan significativos en las obras iniciadas y no sabemos para cuándo terminadas. Que los incumplimientos pasan factura, que los votantes estamos cansados de oír promesas que nunca se llegan a realizar, que todos los que gobiernan o han gobernado en Córdoba, Andalucía y España, tienen, tenemos la culpa de los «males» de nuestra Cordoba.

Me dirán que yo he sido parte de un equipo que ha gobernado esta ciudad, por lo tanto tengo también culpa de los retrasos e incumplimientos y tendrá razón quien lo piense o lo diga, pero afortunadamente, las áreas en las que he tenido responsabilidad, no he dejado nada pendiente y sobre promesas sí hay algunas, pero al no gobernar en este mandato y al prescindir de mí el candidato Nieto, creo que acertó al no contar conmigo, de 16 se quedó en 11 concejales, ya no tienen sentido las promesas, no estoy en la gestión ni en la fiscalización, pero sí digo que solo «de momento».

Espero que no quede en saco roto mi «quejío» para que lo primero sea lo primero y si nos queda tiempo, hemos hecho nuestros deberes desatascando la Gerencia de Urbanismo a la hora de conceder licencias, terminando todo lo que está iniciado, poniendo la primera piedra en los proyectos prometidos, si conseguimos que las aceras sean para los peatones y no para las bicicletas, etc, etc, entonces que se hable de recorridos de Semana Santa con consulta ciudadana o no, de Mezquita o Catedral de si de la Iglesia o de los partidos de izquierdas, o para el Sr. Mayor Zaragoza, de pintar los pasos de cebra del color de la bandera Gay... o de tantas «cuitas» que de verdad, no sé a quiénes les pueden interesar. Así no, así no tendremos la Córdoba que los cordobeses queremos. Tiempo al tiempo.

* Exconcejal del Ayuntamiento de Córdoba y asesor financiero