La política es como un toro, según el mayor filósofo del siglo XX, Jesulín de Ubrique, junto con Forrest Gump y su caja de bombones. Pero me parece que esto ya lo he escrito aquí hace poco, así que voy a ir al neurólogo, y eso a pesar de mi jalea real y mi Dememory, pero ya ven, también Adolfo Suárez era adicto a la jalea y a la frugalidad de la tortillita francesa y al final le visitó ese médico alemán de nombre raro que nos tiene la cabeza loca, como en el chiste. Establecido que la política es como un toro o una caja de bombones, hemos de establecer, asimismo, que los políticos no abandonan el escaño por responsabilidad, incluso cuando la patada en el culo, la carta del juez o el informe de la UDEF les despierta de la erótica. Veamos un silogismo: Rita no deja el escaño por la misma responsabilidad que anima a Pedro a no dejar el suyo, enorme responsabilidad seguida de ceros mensuales bien asegurados; pero no, no seamos injustos, ni los casos ni los motivos son iguales, solo la decisión, porque las decisiones nos igualan a todos, como la muerte en las Coplas a la muerte de su padre, el padre de Jorge Manrique, aclaro. No vamos a entrar en el feo detalle de analizar los acontecimientos de este fin de semana, que ya hay tertulianos que lo saben todo, como de fútbol. Tampoco en el feo detalle de que los que se quejan de que la izquierda anda siempre enredando con la guerra civil, ahora rebusquen en la guerra civil pasados enfrentamientos internos en el PSOE, porque tampoco es lo mismo ni son los mismos los motivos ni las consecuencias. La política es como un toro, no sabes nunca si al abstenerte quieres decir que apoyas; aunque asegures que palabrita del Niño Jesús que lo que querías eras abstenerte simplemente sin mirar las consecuencias, ni los orígenes. El origen es algo peliagudo, en el origen está el Verbo, como en la Biblia, el verbo pactar con Pablo y los malos que van a romper España. Un pacto ya hecho, al parecer, hasta que los espíritus de los venerables antepasados se han enterado y se aparecen en carne mortal de noche en las tertulias. Sobre esto el Sintoísmo nipón podría aclarar mucho las cosas. Y el Gran Manitú.

@ADiazVillasenor

* Profesor