Este escritor, muy valorado en Centroamérica, que lucía un lazo negro en la solapa por las muertes sufridas en su país durante las protestas de la población, recogió ayer el Premio Cervantes de manos de Felipe VI. Es la primera vez que un escritor nicaragüense recibe este galardón, el máximo de las letras en español, y se espera que sea un trampolín para darlo a conocer más en nuestro país.