Soy un trabajador más del sector de la Seguridad Privada. Ese que alberga entre otros a los vigilantes de seguridad que son sancionados por el Ministerio del Interior cuando no cumplen con sus obligaciones y son despreciados por los ciudadanos cuando sí cumplen con ellas.

Vigilantes de seguridad que en el ejercicio de su profesión son calificados despectivamente como "seguratas" por algún periodista famosillo, delincuentillos del tres al cuarto, y otras gentes de mal vivir. Trabajadores que se juegan su integridad diariamente al amparo de una profesionalidad mal reconocida por todas las administraciones y mal gestionada por los sindicatos, permitiéndose históricamente un alto nivel de intrusismo profesional que en parte es responsable del elevado paro en el sector. Soy un trabajador más, como decía, de un sector que hoy debe estar de celebración porque las cosas empiezan a cambiar.

Debemos agradecer a un grupo de "sindicatas", dirigidos al parecer por algún que otro "comunata", que el paro empiece a descender para los vigilantes de seguridad, ya que han de proteger los supermercados donde los más "tontos" pagamos lo que cogemos al pasar por caja sin agredir a las trabajadoras que pretenden cobrarnos y sin despreciarlas con epítetos del tipo "cajeratas".

Gracias a nuestros dirigentes en Andalucía, cuya tolerancia y bien hacer no les hace merecedores de ser calificados como "sociatas", a diferencia de los ladrones de bienes públicos que tramaron el fraude de los ERE. ¿Deberíamos llamarles "ereatas"?.

Gracias a todos aquellos que consideran el robo como el mejor medio para conseguir lo que desean, en vez de utilizar los servicios sociales para cubrir sus necesidades. Gracias a los incultos que ni saben ni quieren saber, que cuando se usa la violencia contra las cosas o las personas se comete un delito y no una falta, con independencia del valor de lo robado.

Gracias en definitiva a todos aquellos que de una forma u otra, por activa o por pasiva, con su apoyo o intervención en este tipo de acciones, o con su voto a quienes las permiten, nos están llevando a una situación que cada vez requerirá de mayor y mejor nivel de seguridad. Gracias a quienes provocarán con sus actos el encarecimiento de los productos de alimentación (porque es de suponer que de algún sitio tendrán que salir nuestros sueldos), pero eso ya no me preocupará porque al menos este sector, tendrá trabajo.

Fernando Martín Morales

Córdoba