El gobierno municipal ha presentado el estudio sobre las posibilidades de Córdoba en el sector logístico. La presentación inicial apenas esbozó unas líneas generales, remitiendo a posteriores estudios y ganándose las críticas del PP, en el sentido de que el informe no aportaba novedad sobre lo ya conocido. Posteriormente la alcaldesa, Isabel Ambrosio, señaló las seis líneas de trabajo en las que se quiere avanzar, centradas en captar turismo «exclusivo» para dar uso al aeropuerto, disponer de un catálogo de áreas logísticas y zonas aptas para instalación de actividades de transporte, promover una zona franca o un puerto seco en la terminal ferroviaria, promocionar la ciudad en el ámbito del transporte, llegar a acuerdos con los puertos andaluces y crear -este paso ya se ha dado- la marca Córdoba Logística. Está bien que la ciudad explore caminos para el desarrollo, especialmente en aspectos para los que, por su posición geográfica, está dotada. Y es buena la idea de actuar sin esperar a reunir todas las condiciones necesarias. Pero, sin restar interés al estudio presentado, y valorando las ventajas de la sistematización de los datos, lo cierto es que ya hay muchos trabajos elaborados en ese sentido, y Córdoba sabe sobradamente cuáles son sus potencialidades y con qué medios cuenta. La pregunta, por tanto, no es «cuál», sino «cómo» hacerlo.