El Centro de Recepción de Visitantes ya tiene el camino despejado tras la simbólica entrega de llaves suscrita hace unos días. Se cierra así el enojoso asunto de las discrepancias entre la Junta de Andalucía y el gobierno municipal de Córdoba, y, una vez consumada la devolución del edificio por parte del Ayuntamiento a la Consejería de Fomento, esta ha anunciado su intención de abrirlo cuanto antes.

Solo cabe esperar que sea así, y que, ya que no ha podido cumplirse el objetivo de abrirlo en verano, esté listo lo antes posible para atender a los turistas que lleguen a Córdoba. Serán, en este caso, casi dos años de retraso desde que la Junta entregó, en enero del 2013, el inmueble al Ayuntamiento, que superó escandalosamente los seis meses de plazo que se le concedían para su apertura y posteriormente optó por un modelo de gestión privada que la Consejería de Fomento rechazó argumentando que convertía un servicio público en un negocio comercial. En julio, el Ayuntamiento decidió sorpresivamente renunciar al edificio, argumentando que la Junta había iniciado los trámites para retirarle la gestión --a raíz del desacuerdo citado anteriormente-- y no le permitía una gestión que no fuese gravosa para la ciudad.

Terminado el culebrón, y más allá de las polémicas sobre la decisión municipal de renunciar al inmueble, la mercantilización o no que se proponía y el enorme retraso generado --primero sin explicación, después por la confrontación-- cabe esperar que la Junta agilice la apertura del Centro de Visitantes, instalando allí sus oficinas de turismo. Su reto será conseguir un servicio útil y eficiente para mejorar la atención al turista y la imagen que proyecta la ciudad. A ser posible, antes de Navidad.