Los andaluces y andaluzas salieron a la calle un 4 de diciembre de 1977, de forma pacífica y libre, como lo es el pueblo andaluz, para exigir el derecho a elegir su futuro, su propio camino. Poco después, un 28 de febrero de 1980, se consumó el acto democrático de elegir mediante referéndum nuestra propia autonomía.

Y por qué hago esta introducción, a modo de recordatorio de nuestra Historia más reciente? Porque entre lo ocurrido en Andalucía durante los primeros compases de nuestra actual Democracia, lo que está sucediendo en estos momentos en Cataluña, y la situación en la que vivimos las vecinas y vecinos de Santa Cruz, hay muchas similitudes.

Santa Cruz siempre ha estado bajo la tutela de algún ayuntamiento matriz. Hasta el año 1996 dependíamos de Montilla, hasta que, tras largas negociaciones entre ambos ayuntamientos, ratificadas por referéndum por el pueblo (ver video en Youtube en el enlace: UwGT0ddufyc), pasamos a Córdoba. En dicho cambio de Consistorio, se nos vendieron una serie de mejoras en los servicios, además de ver mucho más cerca la posibilidad de independizarnos, de gestionarnos desde nuestro propio ayuntamiento y llegar a ser autosuficientes. Así, Santa Cruz pasa a ser barriada periférica de Córdoba, a estar bajo la tutela de Capitulares, al igual que Andalucía, Cataluña y el resto de comunidades se encuentran bajo el rodillo del Gobierno central, soportando la continua opresión que ejercen desde Madrid.

Santa Cruz, después de 21 años dependiendo de las migajas que nos llegan de Córdoba, padece un déficit importante en infraestructuras y servicios básicos (transporte público, limpieza, VPO. recogida basuras, etcétera), al igual que lo sufren las autonomías (educación, sanidad, servicios sociales, infraestructuras, energías renovables, prevención, etcétera).

Santa Cruz paga y tributa como cualquier otra barriada, como es nuestra obligación, pero no vemos que el dinero recaudado repercuta en mejoras, al igual que las autonomías con el Gobierno central (y no me vale el Baipass en Córdoba como mejora).

En definitiva, es muy lógico y muy lícito que un pueblo, ante una situación de dejadez, ante la indiferencia de quienes nos gobiernan, ante el agotamiento de un ciclo y tras comprobar que no hay capacidad de reacción, rememorando al pueblo andaluz aquel 4 de diciembre y solidarizándome con el pueblo catalán en estos convulsos días, acaben indignados y salgan masivamente a las calles. Así pues, hago una reflexión: amigas y amigos, vecinas y vecinos, familiares, paisanos... Es hora de exigir a Córdoba, nuestro Ayuntamiento matriz, que iguale a Santa Cruz con el resto de barriadas, queremos los mismos servicios, las mismas instalaciones, las mismas oportunidades. No hay una sola razón que legitime al Consistorio el negar a un núcleo urbano cualquier mejora, cuando se le concede al resto de barriadas que componen nuestra ciudad.

Córdoba debe adquirir un compromiso real con Santa Cruz, la masacrada, la repudiada, la olvidada. Tenemos el deber de exigir todo aquello que durante décadas nos han negado, por el bien de nuestro barrio y nuestras generaciones futuras. Córdoba nos está enterrando vivos. Y tenemos, además, la obligación y el derecho a pedir, en caso de no ser escuchadas nuestras peticiones, que Santa Cruz tenga identidad propia, que Santa Cruz tenga un sistema de autogestión, que Santa Cruz sea autosuficiente, en definitiva, que Santa Cruz sea independiente.

La Historia le concedió a Santa Cruz muchos y grandes reconocimientos, y la Historia nos volverá a dar la razón y nos volverá a poner en el lugar que nos pertenece. Cuando estemos convencidos, cuando sintamos realmente esta necesidad, cuando seamos todos uno, saldremos a la calle juntos a recuperar nuestra identidad, porque un día Santa Cruz será como la que más.

* Portavoz Círculo Podemos Santa Cruz Miembro del Consejo Ciudadano Municipal Podemos Córdoba