San Rafael, que sigue teniendo predicamento en esta ciudad desde sus triunfos en todos los ámbitos, creyentes o no, nos ha señalado una semana de ondas raíces cordobesas, una especie de leve sentimiento nacionalista que prende su fuego en el perol, arroz que alaba hasta el valenciano Sanchis, que ha hecho la mejor paella del mundo. La Tertulia del Dragón, por la calle Cabezas, ha hablado de la letrilla de Góngora Aprended, flores, en mí, precisamente esta semana en la que los patios de edificios oficiales han sido adornados por artistas florales, mientras que la Real Academia inauguraba el centenario de Ricardo Molina, otro poeta, en el homenaje a Cántico, un estilo de poesía afortunadamente distinto al de algunos de los vates señalados como tales por Cosmopoética. También se ha hablado en esta cordobesa semana de la existencia de la Sociedad de Plateros, que el año que viene cumple los 150 años de su fundación y que en 1985 recibió del Ayuntamiento la Medalla de Oro de la ciudad por sus méritos de «ejemplaridad cívica y cordobesismo tanto en lo económico como en lo cultural que durante más de cien años viene haciendo gala esta sociedad de honda raigambre cordobesa». Según el profesor Pérez Cubillo, la otra tarde en Bodegas Campos, el Real Círculo de la Amistad (1854), primero, el Real Centro Filarmónico Eduardo Lucena (1879), después, y la Sociedad de Plateros (1868) son las tres instituciones de más raigambre cordobesa. La Sociedad de Plateros, ya casi a sus 150 años, sigue siendo, para la mayoría de los cordobeses, la evocación de esa filosofía que sólo se puede empezar a aprender en el silencio de la mesa de mármol de una taberna delante de una ventana, por ejemplo, la de la plaza de Séneca, donde Julio Romero de Torres creó la Academia de los legítimos, a la que iban Lorca y Alvariño y donde un profesor nos enseñó a los de cuarto a beber la primera copa de vino. Por la semana del Custodio Córdoba rememora a sus nobles hijos. Este año se ha acordado especialmente de José Castro, el primer juez en la historia de España que ha imputado a un miembro de la Casa Real, y lo ha hecho hijo adoptivo. Por San Rafael.