Cosmos ha recibido una sacudida muy diferente a una crisis económica, una catástrofe, un incendio y está intentando enfrentarse a ella, adaptarse o superarla. Esta sacudida era una perturbación difícil de prever antes del cambio del gobierno municipal y cuyo impacto en la organización es potencialmente dañino. Es una sacudida ambigua que representa una amenaza para el empleo y para la actividad de la empresa porque se hace difícil contemplarla no como amenaza sino como oportunidad de crear más valor. Cosmos puede entrar en ciclos de comportamiento que reduzcan su flexibilidad productiva y amplíen la rigidez en la producción o puede diseñar tácticas que creen percepciones favorables a su identidad como organización. La sacudida que ha recibido Cosmos es enigmática y paradójica porque los actores administrativos pueden tomar decisiones que no prevean perversas consecuencias.

Ante el riesgo sobrevenido tenía que tomar alguna estrategia para defenderse a medida que el riesgo aumentase. Una estrategia podría ser la de buscar una relocalización siempre que hubiera posibilidad de recibir compensaciones por parte del municipio, pero era presumible que la municipalidad no tuviera recursos para compensar a Cosmos, de modo que deslocalizarse no sea una oportunidad.

El cierre de Cosmos representará enviar al desempleo a más de un centenar de personas y esa amenaza fue utilizada por UGT y Cosmos como arma defensiva en su disputa con la Municipalidad, dado que los concejales promueven la prosperidad económica y el bienestar público general, aunque genere molestias mínimas en barrios cercanos.

Cosmos diseñó una estrategia de proselitismo para lograr apoyos en los medios de comunicación frente a la estrategia contraria a la ampliación de actividad diseñada por el gobierno municipal. En los medios aparecieron los trabajadores como víctimas en este contencioso y Cosmos publicó informes técnicos favorables a la ampliación de actividad. Obviamente buscó el apoyo político en algún partido político en la oposición y en la Administración Regional e imagina simultáneamente la vía del contencioso-administrativo, avisando de este modo a la municipalidad de las consecuencias adversas para la tesorería del Ayuntamiento, estrategia arriesgada pero de elevado potencial efectivo. Cosmos demuestra con ello el compromiso con una actuación arriesgada, sabiendo que arriesga perder el control al judicializar el litigio e incluso generar más adversarios.

Cosmos sabe que si le obligan a marcharse o a entrar en concurso de acreedores por carencia de actividad esto perjudicaría a los trabajadores y a los accionistas, de modo que Cosmos tendría que instruir a sus abogados para que entraran en acción. Judicializar puede suponer para el Ayuntamiento que el juez dé orden de restaurar la actividad o autorizar a emprenderla, hacer pagar las costas a la municipalidad, fijar, en su caso, elevados niveles de compensación que serían perjudiciales para el presupuesto municipal e incluso arrojar luz sobre los procedimientos de autorización y desautorización.

Seguir este litigio sirve para analizar la conducta de una empresa entre una sacudida social repentina, sin precedentes, y a su vez como un acontecimiento dramático para el empleo en Córdoba. Cosmos se ha resistido al coste que supondría no aumentar su actividad y tener que cerrar. Cosmos se ha implicado en la defensa de su actividad objetando la actuación municipal, informando del derecho que sustenta la proyectada actividad y levantando una barricada legal para defender su fortaleza aunque judicializar el contencioso pueda ser para Cosmos apelar al destino. Las decisiones en Cosmos son instrumentales y nada emocionales, de modo que sus consejeros y asesores actúan sobre una matriz de escenarios y de costes y beneficios. ¿Sobre qué matriz actúa nuestra municipalidad?

* Catedrático emérito de la UCO