Córdoba, tierra de emperadores romanos, de califas y de reyes,- tierra majestuosa, de vida y de historia, de misterios y tesoros- Córdoba, lejana y sola, como diría Lorca. Viste nacer a filósofos y genios de la literatura, Séneca, Góngora-"¡Oh excelso muro, oh torres coronadas/ de honor, de majestad, de gallardía! (...)/ ¡Oh siempre gloriosa patria mía!". Y, sin embargo, Córdoba, tan famosa, tan admirada, tan soñada,- ¡qué gran desconocida para tus gentes! ¿Cuántos extranjeros, armados con sus gafas de sol y su cámara de fotos, han visitado nuestra Mezquita, nuestra Medina Azahara, nuestros museos, plazas e iglesias? Miles, millones,- aún en medio de esta crisis sistémica, invaden nuestras calles cual marea arrolladora. Pero- ¿qué hay de los cordobeses? De la capital, de la provincia, da igual, cordobeses de pro que presumen de la belleza de sus mujeres, de la hermosura de sus monumentos, monumentos que --en muchos casos-- apenas han visto por fuera.

¡Cuántas ciudades quisieran tener nuestra riqueza! ¡Cuántas quisieran esconder los tesoros que tú encierras, Córdoba! En cada calle, en cada casa- bajo nuestros pies brilla un tesoro escondido, cubierto por el cemento de una vida que se adapta a los nuevos tiempos, llenándose de edificios con diseños modernos, asimétricos, extraños en definitiva, del estrés provocado por los coches que recorren calles y avenidas,- Pero, entre este amasijo de modernidad, asoman los restos de las civilizaciones que hicieron grande a nuestra ciudad, aunque no queramos o no podamos verlo.

Por eso, Córdoba, quiero rendirte un homenaje y encender la luz del túnel que guíe a los cordobeses por tus tesoros más recónditos y desconocidos. ¿Quién no ha pasado alguna vez por la calle Antonio Maura, tan conocida en Ciudad Jardín, sin saber que en los nuevos edificios que se encuentran junto al parque de la Veterinaria se conservan los restos de una serie de cloacas (una principal y dos accesorias), con sus correspondientes pozos de registro, así como los restos de una calle romana, que han sido conservados en los sótanos del edificio de nueva construcción? Sorprendente, ¿verdad? ¿Cuántos cordobeses son los que han visitado los mausoleos de la Puerta Gallegos o han disfrutado de la exposición sobre los ritos funerarios romanos que allí se exhibe? Pocos, ¿a que sí? ¿Y qué decir de los jóvenes que diariamente recorren el centro de la ciudad yendo de tienda en tienda, y entran y salen de Bershka sin saber que bajo sus pies viven los restos de unas termas romanas que, pese a ser escasos, perviven gracias a la suerte de que el lugar donde hoy se levanta el edificio fue durante muchos siglos el patio de un convento de monjas? Parece ser que éstas no son unas grandes termas públicas, que aún no han sido encontradas en la ciudad de Córdoba, sino parte de un edificio de termas de carácter comercial probablemente privado, dadas sus pequeñas dimensiones. ¡Cuánta historia para una de las tiendas de moda juvenil más modernas del imperio del grupo Inditex, uno de los mayores imperios de la actualidad, aunque su contribución no sea de carácter histórico o cultural y no vaya a dejarnos restos arqueológicos! ¿A que no se lo imaginaban?

¿Y quién se imagina en Córdoba que en Ronda de los Tejares, 13, nos podemos encontrar con unas cocheras que esconden una muralla conservada, que es de acceso público con tan sólo pedirlo al portero? La muralla se ha conservado en dos de las plantas de cocheras, y los restos visibles datan de la época republicana. Son visibles dos lienzos de muralla y parte de una torre. Probablemente, serán los habitantes de este bloque los pocos que la conocen, aunque puede que ni siquiera sepan su historia. Son muchos más los ejemplos de este tipo que podríamos citar, que viven encubiertos en el corazón de nuestra Córdoba, esperando a que alguien apueste por ellos, los saque a la luz y les dé la importancia y la publicidad suficiente como para despertar el interés de las gentes que día a día la habitan.

Córdoba no es sólo la Mezquita. Saquemos a la luz sus tesoros y enseñemos al mundo que Roma está a nuestros pies.

* Licenciada en Historia