Es más barato, más fácil de manejar para el cirujano por su tamaño reducido y visión en 3D, hará cirugía mínimamente invasiva en seis especialidades, resultará más seguro para el paciente, permitirá revertir la intervención a cirugía abierta en cualquier momento... Y se llamará Córdoba cuando en unos años terminen de testarlo y se comercialice, con la idea de que todos los hospitales de la sanidad pública española cuenten al menos con uno. Es el robot quirúrgico ideado y realizado en Córdoba, fruto del trabajo conjunto de ingenieros y médicos andaluces, la mayoría cordobeses, cuyo prototipo está terminado y se presentó el jueves pasado en el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica (Imibic). Este robot es la primera experiencia en España del sistema de compra pública precomercial en biomedicina, un proyecto que dirigen y coordinan la Universidad de Córdoba y el Imibic. La inversión, de 3,2 millones de euros, se sufraga con fondos Feder de la UE y un 20% restante del Gobierno. Llegar a conseguir este prototipo ha requerido lanzar una idea propia, investigar sobre ella, colaborar entre centros científicos y administraciones y hacer trabajar a equipos multidisciplinares. El logro se verá acrecentado con la posible generación en Córdoba de actividad industrial de alta cualificación y el correspondiente empleo cuando la UCO lo comercialice. Por ello, cabe felicitarse de que desde nuestra ciudad se promueva una tecnología avanzada al servicio de la salud. Y enorgullecerse de que el nombre de Córdoba simbolice no solo el esplendor pasado, sino investigación puntera y de futuro.