Tras un largo e interminable invierno, lleno de inclemencias y desventuras, la celebración del pregón del mayo festivo y la inauguración de la cata de los caldos Montilla Moriles nos han puesto a todos en el modo previo al desmayo cordobés.

Ya teníamos ganas de guardar el paraguas y disfrutar a tope de una primavera que este año necesitamos con más fuerza, y que no estamos dispuestos a que nos la agüen entre currículos inflados de políticos vanidosos o presupuestos que nos postergan una vez más. Realmente da vértigo el rosario de actividades lúdicas y culturales que nos esperan, entre romerías, batallas florales, cruces, patios, rejas y balcones, ferias, verbenas y conciertos, para terminar también este año más tarde que nunca, enlazando con esa nueva ventana musical que se cita en los escenarios de la ribera atravesada por el Río Grande, como lo llamaron los árabes conquistadores. Ríomundi nos traerá por primera vez a Córdoba durante tres días música de todo el mundo, alegre e interracial, para darnos un revolcón de globalización y un epílogo de alegría. La música no tiene banderas, ni conoce límites, ni colores ni fronteras, siendo un complemento a otros estilos y noches blancas de quejíos y compases. Aprendamos de la diversidad que a todos nos enriquece. Con ello, nuestra tierra sigue sumando eventos y adquiriendo un merecido protagonismo cultural que se acompasa a la importancia de nuestros monumentos.

No es de extrañar tanta cita musical, en una tierra lastrada por los abandonos y los estruendosos mutismos, donde renace la música como ese arte que da forma a los silencios. Con música también y real presencia de Doña Sofía se han abierto las fiestas de la primavera cordobesa, que preside el selecto club de Ciudades Patrimonio de la Humanidad. Sin duda, un pórtico inmejorable para dar un paso adelante y mostrar al mundo lo mejor de nosotros. Escribía Nietzsche que sin la música la vida sería un error. Con este lenguaje universal, el tedio de los días se convierte en melodía.

Enhorabuena a los promotores de esta edición de Ríomundi, que pone notas musicales a un ambiente de fiesta y flores, de amistad y caldos, de prosa y poesía, de bien ser y mejor estar en el mundo.

* Abogado y mediador