Millones de personas se echaron ayer a la calle a saludar a los Reyes Magos, que llegaron a casi todos los pueblos y ciudades con sus regalos para los niños. En algunas, como Madrid, escarmentados por lo poco que gustaron a los madrileños los trajes estrambóticos del año pasado, se presentaron canónicamente vestidos de Sus Majestades de Oriente. En otras, como en Sevilla, alguna carroza sufrió incidentes, como la que representaba el bosque animado, que, entrando a toda velocidad, chocó contra una cámara que grababa el desfile y, en el incidente quedó descabezado el muñeco que presidía el conjunto. Atrás quedó la cabeza, mientras el cortejo seguía.