Soy ciclista y no me gusta me "protejan" así. Desde la bici estas piedras dan miedo. Además, los coches después de reventar las ruedas y perder el control, invaden el carril-bici. Hace poco cayó uno boca arriba al impactar con las piedras: doble peligro. El carril bici debe ir por la calzada con dignidad y calidad y delimitado por una raya. No se puede ir por la acera saltando molestos bordillos, ni junto a una hilera de amenazantespiedras.

Al automovilista también le da pánico ir a 50 Km/h con esas piedras a 15 cm de sus ruedas. El fin no justifica los medios. Pongan un muro continuo, pongan bolardos altos (Según Decreto 293/2009 de 7 de julio artículo 57), pongan una baranda, no pongan nada. Pero sobre todo no pongan "revienta-ruedas" (medias cañas discontinuas instaladas de forma que la rueda choca con el canto cortante del granito). Reventar, perder el control, volcar, accidente múltiple, caer en el carril-bici y poner en riesgo su vida, la de otros automovilistas, o la de ciclistas son las consecuencias de tocar estos marmolillos. Cambien estos elementos antes de que cueste una vida. El Estado está para proteger al ciudadano. No para ponerlo en peligro.

Carlos Rodríguez Díaz

Córdoba