El cerebro es un órgano muy personal. Se sabe que los cerebros humanos trabajan cada uno a su manera y desarrollan conexiones en cada uno de nosotros de tal modo que generan nuestro propio perfil.

Dado que el cerebro es algo muy personal deberíamos intentar conocernos a nosotros mismos para saber si somos o no idiotas. Esta es una recomendación para todos y de modo especial para los políticos porque luchar por una idea sin tener idea de lo que es uno mismo es algo muy peligroso para sí y para los demás.

Esto está sucediendo últimamente en algunos políticos independentistas catalanes que quieren ser inmortales sin necesidad de vivir.

Se sabe que el ser humano es impredecible puesto que no se nos ha programado la creatividad. Por eso no es de extrañar que algunos de estos políticos catalanes hayan inventado la Cataluña Independiente con capacidad de membrecía dentro de la Unión Europea. Es decir, han inventado que el resultado coincida con su predicción. No han aprendido, tras tanto tiempo, que no es igual enseñar a bailar a un caballo que pretender que baile un burro. Han creído que mostrar lo que es ser Estado Independiente es lo mismo que crearlo.

Esa es la razón por la que acaba de confesar Artur Mas a un periódico inglés que no se dan las condiciones para poner fronteras y tomar el poder sobre el territorio catalán. Acaba de percatarse que ese su proyecto es como pretender hacer bailar a un burro.

El cerebro de algunos políticos no dispone de capacidad de abstraer al mismo tiempo lo general y lo particular y, por tanto, se les queda encerrado en el presente. Por eso cuando se le preguntó a Junqueras y a Mas sobre la posibilidad de que las entidades financieras se fuesen de Cataluña nunca tomaron en consideración esa probabilidad.

Todo proceso de aprendizaje es epigenético, es decir, la información inicial de que se dispone crece con el proceso de aprendizaje, pero el procés no les generó información adicional para poder valorar las consecuencias del mismo. No aprendieron, sus neuronas no intercambiaban información dentro de sus cerebros. Han tenido sus «perceptones» averiados.

¿Han deliberado estos políticos catalanes sobre su independentismo?

Deliberar es conocer las consecuencias de las posibles acciones para poder planificar, decidir, etc. Pero toda deliberación está condicionada por la capacidad de imaginar las probabilidades futuras de varios escenarios. Deliberar conduce a elegir una de las opciones sin haberlas experimentado. Han elegido la de separarse de España sin valorar y experimentar sus consecuencias. No se contempló el escenario pesimista: salida de bancos y empresas, huida de ahorro de Lérida a Aragón, retirada de fondos de la Caíxa. No han traído al presente la memoria histórica. Han olvidado los fracasos de 1640, 1714, 1934...

Se sabe que los animales no deliberan, que no eligen opciones sino estrategias adecuadas para lograr su objetivo cuando el estímulo está presente. Los líderes del independentismo eligieron una estrategia para un fin pero no valoraron otras opciones. Ahora la buena estrategia es dialogar para lograr el mismo fin.

Da la sensación de como si algunos de estos políticos tuvieran el lóbulo parietal superior y el complejo lóbulo frontal de sus cerebros poco desarrollados porque aprender implica la activación de un conjunto de estructuras corticales y subcorticales.

Se fuese así deberían comprender que cada uno de ellos es responsable de su propia idiotez.H

* Catedrático emérito de la Universidad de Córdoba