La renta básica (RB) o de Ciudadanía, así entendida, es un nuevo derecho humano que se añade al resto de derechos sociales adquiridos tras muchas luchas, reconocidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos, de 1948 y en las constituciones, como el derecho al trabajo, a la vivienda, a la enseñanza, a la sanidad, a la dependencia etc... El derecho a una RBU, como derecho humano emergente, hay que visibilizarlo, concretarlo y ponerlo en las Constituciones estatales.

¿Qué características tiene? Según la Declaración europea por la Renta básica universal y la definición antecedente, se pueden fijar algunas como las siguientes: a) Es individual y subjetivo, es decir, se otorga a cada individuo, no a las familias, independientemente con quien se conviva. b) Es universal, para todas las personas por el simple hecho de haber nacido o por su rango ciudadano. c) Es suficiente, es decir deberá estar por encima del umbral de la pobreza. d) Reduciría la brecha entre ricos y pobres. Según el Informe Foessa para Cáritas del año pasado, los ingresos medios de las personas más ricas de España son siete veces superiores al nivel medio de ingresos de quienes tienen menos rentas. Se pretende que también se haga realidad otro derecho fundamental, como es el «derecho a la vida», señalado en el art. 3º de la Declaración de los DDHH y en el art. 15 de nuestra Constitución. No solo del nasciturus, sino del ya nacido y que se concreta, como un Derecho a la Renta básica para que todo ser humano se pueda desarrollar como persona, es el nuevo y más básico de los DDHH; podríamos citar algunas ventajas de la RB :1) Es un colchón económico para todas las personas, les permitiría vivir con cierto desahogo. 2) Desaparecerían los comedores de beneficencia y de Cáritas. 3) Este colchón económico, a los mayores, no les obligaría a tener que salir de la Residencia de ancianos para ayudar a sus hijos y nietos.4) Es también un medio para la igualdad de género.

Entre los inconvenientes hay quienes dicen que la RB fomenta la vagancia: muchas personas dejarían de trabajar. Mas hay que aclarar si por «dejar de trabajar» nos referimos al trabajo asalariado, porque hay muchos otros trabajos «no asalariados», como el trabajo del ama/o de casa, el trabajo voluntario etc. por lo que no fomenta la vagancia si se realizan esos otros miles de trabajos libres y gratificantes: música, pintura, lectura, voluntariado etc., al contrario, ayudaría y mucho a mantenerlos y fomentarlos, pues lo principal en la sociedad sería crear empleo suficiente, y bien pagado.

En síntesis, la renta básica no pretende hacer vagos, sino otorgar las condiciones materiales de la existencia, es un mecanismo eficaz de distribución de la renta, un medio de erradicación de la pobreza que garantiza la seguridad económica de la población frente a la incertidumbre y arbitrariedad en el trabajo, que fomenta la igualdad de género etc. Trabajar por su implantación es para todos un deber para caminar hacia ese mundo mejor posible que todos anhelamos. Es un sueño, pero que se puede hacer realidad.

* Licenciado en Ciencias Religiosas