El método matemático de reducción al absurdo sirve para encontrar la solución de problemas y ecuaciones al poner en evidencia, precisamente, lo que no es posible. Pues bien, con el problema catalán, en un callejón sin salida político, no voy a proponer yo, pobrecito de mí, una fórmula mágica y simple. Mucho más cuando ya está contaminado por tantas pasiones y cuando muchos de los que cobran para solucionar problemas no cumplen con su cometido sino que aún lo complican más.

Pero aplicando la reducción al absurdo, me pregunto, por ejemplo, cómo sería esa transición a la independencia que ayer apuntaba Puigdemont pase lo que pase el 1-O. O sea, que se ha formado la que se ha formado con la consulta ilegal y ahora, así, por las buenas, se van a poner de acuerdo en dos días y de extranjis ejércitos de funcionarios, cargos intermedios y responsables de alto nivel en pasarse las atribuciones en Hacienda, pensiones, Seguridad Social, exteriores... Pero, ¿esta gente sabe lo que le cuesta a cualquier currito mover un papel para cualquier tema personal en cualquier organismo oficial? ¿Y creen que para todo un país se haría todo de la noche a la mañana aún suponiendo que hubiera un acuerdo? Y todo eso para desunirse y luego volvernos a unir en la UE, sin que haya en la practica diferencia ninguna respecto a la situación actual. Que me lo expliquen.

Otro caso: ese camino que se propugna de consensuadísima (ja, ja, ja,) y chipiguay reforma de la Constitución para permitir la autodeterminación, que previamente habría que votar en referéndum por todos. También por los que ni acatan ni querrían esa Constitución. O si no, ¿se imaginan un referéndum en toda España para la independencia de Cataluña en la que el 51% de los catalanes decidieran seguir en el Estado y el 51% del total de España (también hay españoles con sus corazoncitos agraviados) dice que se vayan? Cosas más raras se están viendo. ¿Echaríamos a Cataluña contra su voluntad?

La política es «el arte de lo posible». Y yo solo veo ecuaciones suceptibles de la reducción al absurdo.