Transcurridos algunos días de la publicación en el diario CÓRDOBA en sus páginas de opinión del artículo del que es autor el D. Rafael Mir Jordano, académico numerario de la Real de Córdoba -condición que omite indicar en el mismo-, como exsecretaria de la institución y en consecuencia de su junta rectora de la que D. Rafael Mir formó parte en el tiempo por él aludido, me siento obligada a comentar algunos aspectos tratados en su artículo, no precisamente como exculpatorio de las opiniones en él vertidas, sino con la intención de llevar al exacto conocimiento de los posibles lectores las actividades programadas durante esos cursos, remitiéndoles para ello a las memorias anuales y sus anexos correspondientes publicados en el Boletín de la Real Academia de Córdoba.

Parece que la música ha sido el pretexto para arremeter contra la gestión de unos compañeros reelegidos en cuatro legislaturas, personalizando la «inoperancia» que les achaca en la persona del entonces director, el Dr. D. Joaquín Criado Costa.

A la música se acoge para hablar de las vicisitudes de la herencia de la compañera fallecida Doña María Teresa García Moreno y de la gestión de la misma en la que el señor Mir Jordano participó activamente. A la junta rectora saliente culpabiliza también de la falta de programación musical, siendo así que los académicos han sido siempre, y lo siguen siendo, totalmente libres de aportar temas a la programación de actividades así como para intervenir en las sesiones públicas, aspectos que siempre han sido aceptados por la junta rectora y el pleno; si algunas firmas no aparecen nunca en estos años se debe a decisiones personales y no al veto o rechazo de junta y pleno.

Y por último, en cuanto a la dispersión y depósito de mobiliario, objetos y piezas artísticas, fondo bibliográfico y hemerográfico, etc. puede consultarse convenientemente descrito y fotografiado, refrendado con su firma por la señora notaria que dio fe en su momento y que, por cierto, sin ser académica, tuvo la gentileza de no cobrar honorarios por ninguna de sus intervenciones. Archivo Municipal, Museo Arqueológico, Biblioteca de la UCO y dependencias municipales custodian generosamente tan importante legado. Es cierto que los gustos personales y el paso del tiempo son proclives a modificar nuestra memoria. Afortunadamente y hasta el momento los textos escritos generados por las circunstancias citadas, tienen valor de documento histórico a los que podemos remitirnos para una correcta interpretación de la Historia. También la de la Real Academia de Córdoba, conservada en sus archivos.