Dirijo ésta a quien, "sacando pecho" como veterinario abolicionista, desahogadamente, calificó de espectáculo estúpido la fiesta de los toros, y a quien en lo sucesivo llamaré "señor licenciado".

Sepa, "señor licenciado", que tanto el señor Gordón, como todo aficionado que se precie de ello, conoce bien vuestras actividades, mayormente por el grado de estupidez de muchas de ellas, como por ejemplo la de enviar chicas desnudas a las plazas de toros, lo que además queda muy ordinario.

Por otra parte, me alegra ver que toma para expresarse vocablos de la "jerga" taurina, como "espantá", porque al menos la nuestra ya le sirve para culturizarse. Y referente a la "espantá" a la que alude en su carta, más bien será que, aunque no lo crea, la fiesta de los toros es un espectáculo para inteligentes y personas de una depurada sensibilidad. De ello, personalidades como premios Nobel, grandes filósofos y estudiosos de la sensibilidad humana como Carlyle, Bergamín o Unamuno; escritores cómo Góngora, Bécquer, Cervantes o Lorca; pintores como Goya, Zuloaga, Romero de Torres, Ruano LLopis o Picasso, han expresado perfectamente la esencia y la sensibilidad taurina; claro que quizás al respecto usted conozca más a Brigitte Bardot.

Según su tajante calificativo de "espectáculo estúpido", se deduce que considera estúpidas a culturas como la cretense o árabe; a la afición francesa, siendo Francia pionera en la defensa del maltrato animal, y pionera en declarar la fiesta de los toros Patrimonio Cultural; que igualmente su calificativo denota el respeto que siente por sus compañeros veterinarios que han estudiado y estudian al toro bravo, desde el punto de vista taurino, y ejercen su profesión en su entorno. Igualmente ofende al mundo flamenco, pues como bien decía el gran Pepe Marchena "los toreros y los flamencos somos de la misma familia"; porque tampoco sabrá la gran cantidad de matadores de toros y subalternos que ha habido en las grandes dinastías flamencas.

Finalmente, decirle, "señor licenciado", que creando una asociación para el cuidado de esos muchos animalitos realmente desvalidos que verdaderamente necesitan ser cuidados conseguirá, junto a su colectivo, mucho antes una medalla o un Nobel que "sacando pecho" como veterinario de la forma que lo hace, pues con sus manifestaciones flaco favor concede al tan reconocido e ilustre Colegio al que pertenece, además de ofender también a uno de sus máximos representantes, don Rafael Castejón y Martínez de Arizala, pues fue, como sabrá, un gran amante de la fiesta de los toros.

Domingo Echevarría

Córdoba