He podido ver esta mañana que ayer inauguraba usted una depuradora en la comarca del Aljaraque (Sevilla) y en ella hablaba de las bondades de «el Canon de Mejora de Infraestructuras Hidráulicas está regulado en la Ley de Aguas de la Comunidad Autónoma, aprobada en 2010, y tiene como objetivo la compensación de los costes de la inversión en infraestructuras hidráulicas de depuración declaradas de interés general de la comunidad autónoma».

La ampliación de la depuradora de Pozoblanco está en el listado de obras preferentes desde la puesta en marcha de dicho Canon y desde el 2014 está la encomienda de gestión de la redacción del proyecto de la misma.

Estamos en el año 2017, señora Díaz, los vecinos de Pozoblanco han cumplido con rigor su parte del trato pagando de forma rigurosa sus impuestos en el recibo del agua, pero, desgraciadamente, 7 años después seguimos con la misma depuradora, aguantando olores insoportables y pagando multas disparatadas a Confederación Hidrográfica del Guadiana.

Esto no es serio, señora presidenta, no es serio que desde 2010 estemos a la espera, no es serio que desde 2014, tres años después, aún no se haya redactado un proyecto. Los vecinos de Pozoblanco se merecen el mismo trato que los de la comarca del Aljaraque, aquí no somos 350.000, somos 18.000, pero a título individual pagamos lo mismo que ellos y exigimos justicia con las normas que ustedes han creado.

Le invito a que visite nuestro pueblo, que compruebe usted misma las condiciones de la depuradora, que hable con los vecinos, que vea el daño medioambiental que en una zona como la nuestra se produce por culpa de una depuradora que se quedó obsoleta el segundo día de hacerse. Que entienda la situación de indefensión en la que como Ayuntamiento nos encontramos ante Confederación.

No tengo el más mínimo interés en polemizar con mi presidenta, simplemente le pido comprensión, seriedad y su implicación con mi ciudad, que es la suya.

DEPORTES

El Córdoba necesita refuerzos en defensa

Carlos Luis Melero

Córdoba

Que el Córdoba CF atraviesa por una mala situación deportiva, que no está en consonancia con la bonanza económica que aparenta (incluso con reparto de dividendos para el principal accionista) es una evidencia que deja clara la clasificación. Se veía venir. Se fue uno de los mejores ataques de la categoría, que compensaba las carencias de una de las peores defensas de Segunda División, y no hicieron nada para equilibrarlo. Y así le va ahora al equipo. Que la plantilla necesita refuerzos en la zona de retaguardia lo ven tanto la afición blanquiverde como los rivales, que hacen heridas de ello. Están a tiempo de remediarlo.