La Junta de Andalucía ha decidido por fin atajar uno de los principales problemas de los centros educativos andaluces a estas alturas del calendario: la calor. El problema, ahí subyacente, expuesto a los vaivenes meteorológicos, ha saltado con las altas temperaturas de la pasada semana, cuando Córdoba llegó a alcanzar los 44,5 grados, máxima de Europa. El lunes, la Consejería de Educación libró una circular a los colegios en la que autorizaba a los niños a faltar a clase, adelantar la salida a requerimiento de la familia o flexibilizar los horarios para reducir el impacto de las temperaturas, y ayer la consejera Sonia Gaya presentó un informe en el Consejo de Gobierno de la Junta en el que expone una serie de medidas para mejorar las condiciones de habitabilidad de los centros y sortear situaciones extremas como la vivida estos días. Además de activar un protocolo que fijará los procedimientos de actuación en situaciones de emergencia, Educación actuará este verano en aquellos centros docentes que requieran obras de forma urgente para su climatización, para lo que ya se está llevando a cabo un diagnóstico de la red de infraestructuras educativas. Las asociaciones de madres y padres de alumnos se han mostrado de acuerdo con la medida -si bien algunos reclamaban ya la suspensión de las clases- y piden la adopción de medidas especiales para cada centro. En la misma línea se han mostrado los sindicatos, que exigen a su vez unas condiciones laborales dignas para los profesores. Los partidos, por su parte, han exigido a la Junta que actúe para evitar el problema y han criticado su falta de planificación. Lo que está claro es que los colegios no están preparados para la ola de calor que se vive estos días y hay que adoptar las medidas necesarias para evitar que alumnos y profesores puedan tener problemas de salud. En ese sentido, la medida urgente adoptada por la Junta es necesaria. Ahora tendrá que actuar con celeridad y acometer las medidas necesarias para que no se vuelvan a producir situaciones de este tipo y los niños puedan volver a las aulas en septiembre con el problema resuelto.