Se han celebrado las primarias en el PP cordobés. Vaya sistema establecido, al que lo inventó habría que darle la medalla a la imaginación más inútil, maliciosa, imnecesaria, cansina y sin conceder al afiliado lo que se merece, «libertad para votar».

El proceso es el siguiente: el afiliado tiene que ir a la sede para apuntarse y poder ser elector para votar al candidato o candidatos; cuando llega el día para ejercer el voto, si ha sido incluido en el listado de electores, vuelve a ir a la sede y en la puerta de la calle y/o en el velador de un bar próximo, le entregan los «peones» de confianza de la candidatura «oficialista» dos sobres, uno con la papeleta de su candidato y otro con la relación de optantes a compromsarios.

Algunos no saben ni cómo se llama el que va en el sobre, ni siquiera lo conocen, pero los han llamado para que vayan a la sede y les darán el sobre con lo que tienen que votar. Esto en la capital, pero qué me dicen de los pueblos, que montan urnas en municipios que tengan sede. La cuestión es que los afiliados que viven en Villaviciosa por ejemplo, tienen que venir a la sede de Córdoba, los de Espiel a Peñarroya, los de La Carlota a Posadas, los de Pedro Abad o Montoro a Villafranca, etc; de locos, de locura y de paranoia compulsiva. ¿Eso es dar facilidades para que haya participacion y libertad de voto? Eso es complicar y lograr que el afiliado que no es de mi confianza y saben que no va a votar a su «lider de plástico», no se desplace ni haga más de 90 o 100 kilómetros para votar, con lo que reducen la participación de los que desean votar al candidato «no» oficialista. Porque curiosamente, las urnas estaban colocadas en los pueblos donde el representante es cargo público y cobra de los presupuestos municipales, provinciales, autonómicos o nacionales, en muchos casos, vamos los que votan por las «visceras».

¿No sería más fácil que a los Congresos vayan todos los afiliados que lo deseen y voten a quienes quieran? Si no se cambia el modelo, siempre «ganará» el candidato del aparato. Esto no es «libertad democrática», no se puede hablar de primarias y que «fastidiemos» al afiliado con desplazamientos por los pueblos, o visitando la sede dos veces e incluso tres, para ejercer sus derechos. Hay que colocar urnas en cada pueblo y así votará todo el que lo desee sin tener que salir a la «carretera». Mi grito es: «Un afiliado, un voto» y así seguro que se elige a los mejores.

A la sede han asistido los que han sido llamados, pero no todos, a los que interesaba su voto y que ni siquiera abrieran el sobre porque iba acompañado por un «peón» de confianza hasta la misma «urna», vaya que en el camino quisiera cambiar la papeleta.

Que quieren primarias, pues que se fije el día y que vaya a votar todo afiliado que reciba «la carta» con el cronograma, pues en esta ocasión no se ha remitido escrito alguno, dicen que la información a los afiliados ha sido por internet y redes y yo pregunto: ¿y los que no han visto un ordenador en su vida, como se enteran? En fin, de pena, de auténtica pena. He pasado unos días con tristeza, este no es el Partido al que estampé mi firma y mi compromiso en el año 1982. Este no es el sistema mejor para que haya participación, integración y futuro. Así no, así hasta yo estoy más lejos que cerca del Partido Popular de Córdoba.

* Afiliado PP Córdoba