El partido socialista va a iniciar en breve tiempo un proceso interno democrático y clarificador del presente y futuro de algunas personas, de muchas agrupaciones y del conjunto de la sociedad. El PSOE se ha propuesto que, antes del verano, tendrá elegidos a los candidatos y candidatas a las alcaldías de las ciudades de más de 20.000 habitantes, para las próximas elecciones municipales del 9 de junio de 2019; antes ya lo hizo el Partido Popular. Por tanto, alguien ha debido pensar que este asunto debe estar decidido pronto, a meses de las andaluzas y a un año vista de la convocatoria de europeas, municipales y autonómicas.

Abierto el proceso interno, los actuales alcaldes deberán manifestar su intención de volver a encabezar la lista o abrir un proceso interno de primarias. Sea como fuere, tan legítimo es continuar como retirarse; no es fácil, ni abrir el citado proceso, ni cerrarlo, pues quien lidere el proyecto debe transmitir unidad, liderazgo y disponibilidad para continuar las estrategias marcadas por el gobierno de los últimos cuatro años.

En la Vega del Guadalquivir, Palma del Río ha sido gobernada por alcaldes socialistas desde la transición municipal democrática; primero, Manuel López Maraver, que resultó elegido en 1979, 1983 y 1987; Salvador Blanco Rubio obtuvo victorias electorales en 1991, 1995, 1999 y 2003; y desde 2007, 2011 y 2015, es alcalde de la ciudad José Antonio Ruiz Almenara. La estabilidad política y la gestión municipal han sido respaldadas con holgadas mayorías en todas las convocatorias y en medio de escenarios políticos muy diferentes. Ahora todos miran el horizonte de 2019.

Ningún pueblo de la comarca ha tenido esa estabilidad y continuidad. Ninguno. Incluso en la provincia, aquellos pueblos de más de 20.000 habitantes como Montilla, Cabra, Priego, Puente Genil o Lucena han tenido equipos de gobiernos de izquierda o derecha. Algo tiene el agua cuando la bendicen.

* Historiador