Córdoba tiene ya presupuestos. El gobierno municipal de PSOE-IU presidido por Isabel Ambrosio sumó sus once votos a los cuatro de Ganemos y consiguió mayoría suficiente para sacar adelante las cuentas del 2017, convirtiendo a Córdoba en la primera capital andaluza en aprobarlos. No hubo sorpresas. Tras tensiones que se arrastraban desde el verano, y tras la negativa de la agrupación de electores a respaldar el proyecto elaborado por el equipo de gobierno, una negociación de última hora concluyó el lunes pasado con el compromiso de incorporar al presupuesto 14 enmiendas de Ganemos.

Los presupuestos de Córdoba para el 2017 suponen un incremento económico global del 7,8% (427,5 millones de euros el presupuesto consolidado, que incluye organismos y empresas municipales, de los que 303,4 millones corresponden solo al Ayuntamiento) y, según la exposición de la titular de Hacienda, Alba Doblas, tienen un fuerte acento social, pues el gasto social ha crecido de 250.000 euros a 1,3 millones en los dos últimos años. El precio del acuerdo con Ganemos puede cifrarse en torno a los 900.000 euros, que se detraerán reduciendo la aportación municipal al plan europeo Edusi durante el primer año. Comprenden desde la municipalización de la ayuda a domicilio --un objetivo arduo de llevar a cabo-- hasta partidas para crear calles peatonales en Ciudad Jardín y aumentar las ayudas al comercio, entre otras. Durante el pleno, Ganemos reafirmó su desconfianza hacia el gobierno municipal e insistió en que vigilará a fondo el cumplimiento tanto de lo acordado el lunes como de los 51 puntos recogidos en el acuerdo de investidura.

Quizá el desacuerdo entre los grupos de la izquierda y las dificultades para sacar adelante el presupuesto sean los árboles de una escenificación de unas pequeñas discrepancias que no permiten ver con claridad el bosque del acuerdo básico que subyace en las políticas que se están aplicando. En suma, podría ser que Ganemos, que en su momento no quiso formar parte del gobierno municipal, esté buscando con estas acciones el protagonismo político que esa decisión le ha restado para todos estos años de actividad municipal.

Lo importante es que Córdoba cuenta ya con un presupuesto que permite al Ayuntamiento sacar adelante sus proyectos. Si, como critican el PP y los otros grupos de la oposición, Ciudadanos y UCOR, que votaron en contra, PSOE e IU carecen de modelo de ciudad, deberá irse comprobando en la práctica. El gobierno local habla del 2017 como el año que será de «consolidación» en la economía del Ayuntamiento y en sus iniciativas. Es de esperar que, una vez que cuentan con el esqueleto económico y financiero que les permite actuar, los regidores de la capital cordobesa sean capaces de ejecutar esos proyectos en tiempo y forma.