Córdoba celebra hoy, --en la fiesta litúrgica de la Natividad de María, introducida por el Papa Sergio I, en el siglo VII--, el dia de Nuestra Señora de la Fuensanta, patrona de la ciudad. Y por eso, hoy, los cordobeses se congregan en torno a su santuario, construido en el lugar donde la tradición sitúa la aparición de la Virgen y el manantial con poderes curativos. Dos grandes poetas ensalzan la Natividad de María. El primero, Lope de Vega, con sus versos encendidos: «Canten hoy, pues nacéis vos, / los ángeles, gran Señora, / y ensáyense, desde ahora, / para cuando nazca Dios». Y el segundo, Rainer María Rilke, en cuyos versos hay una expresión sugerente para describir la dimensión profunda de lo que acontece en el espacio modesto de la ‘vivienda’ de Joaquín, padre de la Virgen: «¡Cuanto tuvo que costarles a los ángeles / no ponerse a cantar! / porque sabían: ¡en esta noche es engendrada la madre / de aquel Único que pronto aparecerá! / Pero a ninguno de ellos le fue dado bajar allá». Rilke imagina el nacimiento de la Virgen en plena noche para crear un paralelismo con el de su Hijo, Jesús. Pero, con una diferencia: no se envía a los ángeles a entonar el Gloria. Sólo se estremecen y contemplan aquel acontecimiento. En María, tenemos la humanidad renovada y una «adelantada» en la lucha para levantar a los humildes. Por eso, en torno al santuario de la Fuensanta se forja una religiosidad cuyas raíces son intensas. La piedad mariana ha demostrado ser un signo de supervivencia que desafía los pronósticos futuristas. Es una religiosidad forjada en la fragua de lo íntimo, en el calor hogareño. Es una religiosidad amasada entrañablemente, junto a los acontecimientos históricos y familiares que nos acompañan siempre, no como la piel que nos colorea, sino como la conciencia y la fuente que nos vivifica. El santuario de la Fuensanta se convierte estos días en lugar de encuentro, no sólo para contemplar la silueta de María, sino para entonar ese himno de esperanza que une y fortalece las profundas aspiraciones de los cordobeses. La Fuensanta es manantial y vida.

* Sacerdote y periodista