Hoy en día y desde que avanzó la crisis económica en nuestro país, la precariedad en el empleo se hace evidente en todos los sectores de la sociedad. Si bien es verdad que ha disminuido el paro a nivel general, no se ve reflejado a nivel de ciudadanía y en su bienestar. Aunque se crea más empleo, este no es lo suficientemente importante como para superar dicha crisis económica. La mayoría de los contratos realizados son precarios («basura») y a tiempo parcial. Un ejemplo lo tenemos en los medios de comunicación, donde la precariedad laboral se hace evidente, «largando» a algunos periodistas que llevaban ya muchos años trabajando en ellos. Me parece indignante, por otra parte, el trato injusto dado a este gremio por los independentistas en Cataluña, llegando incluso al insulto personal hacia unos magníficos profesionales. Ahora bien: ya que hablamos del empleo también hay que dejar constar que para conseguir y mantener un puesto de trabajo hay que ganárselo a pulso; lo digo porque hay muchas personas que, o bien no muestran interés por trabajar o no muestran interés o agilidad en sus ocupaciones laborales y tardan más de la cuenta en desempeñar una función. A la hora de trabajar hay que mostrar interés, agallas y ligereza.