Seguro que les ha pasado, encontrarse con amigos de la infancia. Aquellos con los que vivió momentos especiales. Un primer amor, ese gran amigo, un primer viaje sin tus padres. Eso fue lo que me paso a mi. Tengo 39 años, soy de la promoción del 78, y durante 13 años, estuve en el mismo colegio: Betica Mudarra (mas conocido como Las Teresianas). Desde 1983 a 1996, aprendí unos valores fantásticos y forjé amistades que a día de hoy mantengo.

El año pasado, con toda la ilusión del mundo, un grupo de esa promoción nos pusimos manos a la obra para organizar el encuentro del XX Aniversario de la salida del colegio. Con dos meses de antelación, me puse en contacto personalmente con la dirección del centro, para transmitir nuestra ilusión de realizar una visita al centro que nos acogió durante 13 años, realizar una eucaristía y aprovechar para ver su estado actual (algunos no hemos vuelto desde junio del 96 cuando egresamos).

Nuestra sorpresa fue la falta de voluntad por parte de la dirección en facilitarnos tal hecho. Es más, se nos indicó que «el colegio facilita la visita en el 25 Aniversario, pero los 20, no son tan reseñables. Por qué no usais el encuentro oficial del centro para hacerlo coincidir?». Cuando le explicamos que la fecha la habíamos consensuado hacía meses, para que pudiera asistir el mayor número de compañeros, que incluso venían desde otros países, me dijeron «no hay nadie para abrirles el centro, no puede ser, a los 25».

Verán, estos hechos habían quedado en el olvido. La promoción se reunió, nos volvimos a ver amigos que hacia años que no nos veíamos, y disfrutamos de un día increíble de risas y lagrimas, que jamás olvidaremos. Pero el lunes, 9 de octubre, una compañera de promoción me manda el enlace al perfil de antiguos alumnos del colegio, en el que se ve cómo la promoción del 84-97 (justo un año después de la nuestra) ha realizado el encuentro de su 20 aniversario. «¿Por qué ellos sí y nosotros no?». Esa fue la pregunta mas repetida. Por supuesto, ellos no tienen culpa ninguna y me alegro por ellos.

Querida dirección del centro, que tanto ha cambiado desde que yo estudie allí. Mentir no está bien. Eso me lo enseñaron en ese mismo centro que no me dejaron visitar. Todo lo que cuento es cierto. Además, es demostrable. Y usted lo sabe. Y si quiere, hacemos publicas las conversaciones donde viene todo lo aquí reseñado. Pero no es necesario, ¿verdad? Claro que no. Por respeto a ese colegio lo dejamos estar. Pero por respeto a todos esos compañeros, que se sintieron tristes en aquel momento, van estas palabras. Porque no habrá otro 20 aniversario. Ese ya paso.

Y tranquila, querida dirección del centro, que para el 25 Aniversario ni siquiera la molestaré. Animo a las promociones siguientes que pidan celebrar el 20 Aniversario, porque «¿por qué ellos sí y vosotros no?».