Te vas Alfonsina con tu soledad. ¿Qué poemas nuevos fuiste a buscar?

Alfonsina fue a buscar un nuevo poema junto al mar. Se arrodilló ante el Ombú de cúpula verde que en Benalmádena «acuna el viento» en tanto bajo su bella sombra cada verano y diariamente se cobija el poeta. Alfonsina, quien lentamente se adentró en el mar para anunciar que no regresaría, ofrece la flor del ñorbo a su frondoso amigo pampeano. «Vestida de mar» oye la voz del poeta, de «viento y de sal» , quien le ruega no pase como golondrina sino que americe junto al árbol en esos días de mar, calmos, para rezar.

Este precioso poema de Pablo García Baena al Ombú fue regalo que de él recibí, complacido, el lunes 22 de agosto en Balmoral donde reside, alejado del tórrido estío cordobés. Pablo, verano tras verano, ha sido testigo de la exhibición radicular del exótico árbol y se detiene bajo su bella sombra en las claras mañanas. Contempla su tronco, «poderoso y sagrado», y reconoce que para acariciarlo los dedos se escapan de sus manos. Hablar con Pablo del Ombú de Benalmádena era ponerle nombre a nuestra esperanza: Su poema a Ombú, nacido del alma.

Este poema manifiesta los valores humanos de Pablo, pertenecientes a una tradición que nos dice quienes somos. Separa el «qué» y el «por qué» de tan sagrado árbol. Sus líneas son búsqueda de la verdad, de la belleza, un bien que en el poeta es íntimo, intransferible, incuantificable. Es la relación de interioridad de Pablo con Alfonsina en presencia de Ombú, responsabilidad del espíritu hacia su propio destino. No busca Pablo en el poema utilidad sino placer; provoca contemplación y me ayuda a entender lo que es el ser humano y mi lugar en la naturaleza, junto al mar. Ombú por su propia vida es fin que Pablo ha inmortalizado y el poema por su belleza tiene valor intrínseco.

La admiración del poeta por este árbol fuerza a Alfonsina a reaparecer desde el mar donde sus ojos se ahogaron. La dignidad de Ombú y de Alfonsina nacen del mérito de Pablo. Alfonsina (*) ha dejado su «eterna soledad» y ha vuelto a nacer gracias a este inédito poema de Pablo Garcia Baena.

José Javier Rodríguez Alcaide

Córdoba

(*) Pablo hace referencia a Alfonsina Storni, poetisa argentina