Las elecciones autonómicas en Galicia y Euskadi han confirmado las esperadas victorias del PP y del PNV en sus feudos, pero no está nada claro que vayan a contribuir al desbloqueo de la situación política en España, una de las expectativas más importantes de los comicios. El triunfo de Núñez Feijóo, que revalida la mayoría absoluta, apuntala las opciones de Rajoy para formar Gobierno, aunque el resultado de Galicia puede considerarse sobre todo una victoria personal del candidato, que supera al obtenido por el presidente en funciones en las dos últimas elecciones generales (más de seis puntos en comparación con el 26--J). Los socialistas pierden casi tres puntos y cuatro escaños, pero En Marea no logra el sorpasso tan anunciado de nuevo por las encuestas. Sobrepasa en votos al PSG-PSOE, pero se queda con los mismos escaños porque el BNG resiste más de lo previsto. Los que sí pueden tener mayor incidencia son los resultados en el País Vasco, donde el PNV ha obtenido una rotunda victoria (sube tres puntos y dos escaños) en un mapa mucho más fragmentado, aunque se imponga solo por mayoría simple. EH Bildu se mantiene como segunda fuerza, aunque pierde cuatro escaños, pero consigue resistir el avance de Podemos, que no puede estar satisfecho, dadas las expectativas. El PSE cosecha un pésimo resultado (pierde más de siete puntos y casi la mitad de los escaños) y tampoco es buena la prestación del PP, que baja un diputado y queda último. El PNV, con 29 escaños, puede elegir entre los nueve del PSE o los nueve del PP para sumar la mayoría absoluta. Dados los antecedentes, es muy probable que se incline por un pacto con los socialistas, lo que alejaría la posibilidad de que apoyara a Rajoy en una eventual nueva investidura. H