Vivimos en una sociedad sobre-regulada, en la que para cada cosa hay una ley específica, pues se han perdido los sentidos razonables de convivencia y respeto a los demás. Encuentro absurdo que todos los perros deban ir atados, pero, cuando se producen situaciones tan terribles como la de esa señora atacada a la que han tenido que cortar las piernas, veo que no hay más remedio.