Vaya por delante. Me siento andaluz, catalán, español y europeo. Por orden alfabético, porque en los cuatro ámbitos me considero plenamente integrado, hablo las lenguas y adoro sus culturas, ya que no son en absoluto excluyentes. Solo en el caso de Cataluña, donde nací, me siento desconcertado, incomodo, indignado y dolorido. Pero pase lo que pase con la deriva independentista, sigo creyendo en la tierra del seny , y no me van a robar los símbolos de la misma desde los intangibles a los monumentales (la Sagrada Familia de Barcelona, los monumentos romanos de Tarragona, el barrio viejo de Girona y a la Seo de Lleida, como ejemplos) que son patrimonio de todos los catalanes, españoles y europeos.

Como decía el Prof. Pérez Alcalá (CORDOBA 9-11-2015), yo tuve no solo amigos, sino también colegas profesionales y familiares catalanes. Ahora, a la mayoría, les ha afectado el virus independentista incluso a los más formados y cultos, que tenían defensas inmunológicas más que suficientes en su cuerpo para que rechazaran este virus. La verdad es que no los reconozco. Les han inoculado el virus con frases repetidas hasta la saciedad como "España nos roba","España no respeta el Estatut", "España es antidemocrática y fascista", "Catalunya independiente será miembro de la UE en pocos meses" ,"No necesitamos a España para nada","Madrid es un enemigo a batir", " El Tribunal Constitucional está en contra de Catalunya", "El Barça es solo catalán y jugará en la liga de Francia",entre otras lindezas y mentiras.

La proclamación independentista del Parlament de Catalunya es profundamente injusta, antidemocrática y va contra principios éticos tan básicos como la igualdad. Es injusta porque va contra las leyes vigentes, todas ellas dotadas con mecanismos democráticos para cambiarlas. Es antidemocrática porque en las elecciones (27/09/2015), "plebiscitarias" según repitió Mas hasta la saciedad, la mayoría de los catalanes se declaró en contra de la independencia y muchos de los que votaron que sí fue por cuestiones emocionales convencidos de que la independencia era un imposible. En la campaña, se coartó la libertad de expresión al controlar los medios estatales de comunicación y se usaron exhaustivamente los medios de comunicación controlados por la Generalitat para beneficio exclusivo de sus ideas partidistas. ¿No suena a tics dictatoriales? Ni Maduro lo hubiese hecho mejor. Desde mi desánimo como catalán, me da la impresión de que todo puede pasar.

Contestando al título de este artículo, el seny se ha perdido porque Mas ha huido hacia adelante, por pura ambición personal de continuar siendo el Molt Honorable y haber quemado las naves Convergencia. Le han importado muy poco sus creencias políticas de derechas y se ha hecho acompañar contra natura de partidos de izquierda y antisistema mucho más coherentes consigo mismos. Se ha dejado utilizar por su interés personal envolviéndose en nuestra (y no suya) senyera y ya está. Al deshacerse Convergencia como un helado en pleno sol ardiente de la corrupción del 3% (que ha durado increíblemente más de lo debido), no le quedaba más remedio que pactar con el "diablo" en una coalición políticamente insostenible. Así se ha reconocido explícitamente, ya que en las elecciones generales de diciembre de 2015 desaparece Convergencia, que se presentará como una coalición con nombre diferente (las probabilidades de que se vote lo que huele a podrido son escasas) y con un programa diferente al de Esquerra. Es increíble el cemento ideológico de Junts pel sí: la independencia no es una ideología política.

También es verdad que refugiarse exclusivamente en las trincheras obvias de las leyes sin establecer aproximaciones o puentes no ha sido un acierto estratégico del Gobierno central. A ver si ahora los partidos estatales mayoritarios juntos logran una alternativa al inmovilismo, que no conduce más que a la confrontación.

Fervientemente espero tanto la firmeza proporcionada del Estado español y de la comisión de la UE, como que cada vez más catalanes vayan recuperando el seny que nos ha caracterizado toda la vida. Solo veo un grave peligro: el victimismo, que se explotará ad limitum por los independentistas para que no se recupere el seny catalán.

A lo mejor hasta sueñan con un asalto al Parlament . Los vamos a decepcionar ¿verdad? El origen y el final de todo es la pela , que mueve montañas, como la fe en la Biblia. A lo mejor si se hubiera empezado por ahí hace unos años, las cosas no hubieran llegado a la penosa situación presente. Ya saben la fama que tenemos los catalanes, aunque hacer una broma en una situación penosa no es lo más correcto.

No voy a admitir ser un catalán en el exilio.

* Universidad de Córdoba