He de confesar que cuando salió adelante la moción de censura del PSOE contra el PP hace escasamente un mes, me dio miedo por lo que podía pasar. El PP no es santo de mi devoción y es indudable que tiene graves problemas internos, que van desde la corrupción a unas estrategias nefastas de comunicación o una necesidad urgente de redefinir sus ideas y propuestas. Sin embargo, sus decisiones en política económica son relativamente estables, te pueden gustar más o menos pero sabes por dónde van y que desde un punto de vista económico el país no va a caer empicado. Esto no pasa con el PSOE, y mucho menos con un PSOE dirigido por alguien que no mira más allá de él mismo y debiéndole favores a independentistas vascos y catalanes. Con estas mimbres, en mi cabeza la inestabilidad estaba servida, y no solo la inestabilidad económica per se sino también la geopolítica, que tanto influye en la económica.

De pronto, nombró ministros, y aunque aumentó tanto el número de ministros como el de asesores, pensé que, en general, no estaba tan mal el Gobierno, si excluimos a nuestra María Jesús Montero a la que hemos padecido, y mucho, en Andalucía. Un pequeño atisbo de esperanza me inundó e hizo que le diera una segunda oportunidad al PSOE y a Pedro Sánchez. Ni que decir tiene que ese atisbo me duró tres días, como aquel que dice, y mi nivel de preocupación y alarma se ha visto aumentado a Defcon 1, como en las pelis USA. Tras anunciar que no tocarán la reforma laboral, menos mal que no la han derogado, aunque sería necesario corregir y profundizar determinados aspectos, son dos las cuestiones de carácter económico (mi opinión sobre el acercamiento de los presos de ETA al País Vasco no pega aquí, aunque vaya por delante que si el PSOE hace eso no volverán a contar con mi apoyo para nada nunca) que más me preocupan: subidas descontroladas de impuestos y aumentos descontrolados de gastos; aunque hoy me he decantado por comentar lo primero. Ya doy por descontado que este Gobierno no va a llevar a cabo ninguna de las necesarias reformas estructurales que nos quedan y con ello no va a mejorar nuestro sistema productivo ni nada, tal y como hizo el anterior Ejecutivo, así que la cuestión ahora se centra en que no nos hagan caer en una nueva crisis.

Las subidas de impuestos planteadas son curiosas. Suben los impuestos especiales al gasóleo, lo que puede hacer que el diésel se pague 9,55 céntimos más caro por litro, pero no hemos de preocuparnos porque eso no va a afectar a las empresas medianas ni pequeñas, ni a los autónomos, ni a las rentas medias y bajas. En España solo van en coche diésel los ricos, los dueños de fondos buitre y los CEO de grandes empresas. Igualmente, no hay que temer porque esa subida del diésel vaya a repercutir en los precios que pagamos los consumidores por los productos, y tampoco porque vaya a meter en problemas a transportistas ni agricultores ni industria. Siento tirar de ironía, pero me ofende que los políticos me traten como si fuera estúpida. Además, a los bancos se les va a poner una nueva tasa que tampoco vamos a pagar los clientes; no obstante, si se traslada a los clientes tampoco pasa nada porque los que tenemos la nómina, hipoteca o una cuenta corriente en un banco somos chungos capitalistas. También quieren establecer una base mínima del 15% para grandes empresas y gravar a las tecnológicas. Se ve que no ha quedado demostrado, con el ejemplo de EEUU, que eso no genera más empleo, pero como en España el empleo nos sobra pues tampoco pasa nada. Igualmente, quieren eliminar el copago, ya que, si se es pensionista, aunque se gane 2.500 euros, las medicinas han de pagarlas con sus impuestos los mileuristas. Y por supuesto suben el IRPF, solo espero que realmente lo limiten a rentas superiores a los 150.000 euros y sin que llegue a ser confiscatorio, ningún Estado tiene derecho a apropiarse de porcentajes elevados del salario de sus ciudadanos, que digo yo harán algo para ganárselo, bueno excepto la mayoría de políticos que ya se ve diariamente lo mucho que hacen.

* Profesora de Economía de la Universidad Loyola Andalucía

@msalazarord