Este verano elegí para leer Los escritos de la anarquía , del muy joven Julio Camba. Libro que lleva como antetítulo esta grandilocuente frase: "¡Oh, justo, sutil y poderoso veneno!". En mis inicios periodísticos leía en ABC los artículos del escritor gallego, que por cierto vivía como un marqués en el Hotel Palace. No podía entonces imaginármelo como lo muestra este libro, sus primeras colaboraciones escritas entre los dieciséis y veintidós años. Estaba imbuido del "poderoso veneno" de la anarquía radical y revolucionaria. Conocía a Mateo Morral, que atentó contra Alfonso XIII el día de su boda. Camba fue detenido en las redadas posteriores al suceso y puesto en libertad tras declarar como testigo. Abandonó el hogar familiar con trece años y viajó como polizón a Buenos Aires donde colaboró en periódicos anarquistas. Ya entonces escribía sin florituras líricas y con un fino humor que le acompañó hasta su muerte. Fue más tarde corresponsal en capitales europeas como Berlín y París. Pero él no era periodista sino articulista y pasaba del rigor informativo. Decía que París olía a mariscos y te convencía con su manera tan peculiar de escribir. Me han impresionado muchos de sus artículos como este, La Patria , publicado en 1902 y tan actual: "... a su nombre te roban y en su sombra ocultan los latrocinios que contigo cometen (...) y cuando alguno te defienda la patria no veas en él más que un imbecil o un ladrón. Que sólo por afán de robo o por imbecilidad se puede hacer gala de patriotismo". Lord Byron dixit: "El mejor profeta del futuro es el pasado".

* Periodista