Los Rolling Stones vuelven a Barcelona en septiembre fuera de toda convocatoria hecha por la «sagrada familia», que no es el templo de Gaudí sino los rescoldos que están dejando los Pujol en la Península, sea con o sin Cataluña; y los golpes de campana de los antiguos directivos de Bankia --entre los que se encuentran los exministros Rodrigo Rato y Acebes-- que salieron a Bolsa mediante falsedad, según el juez Fernando Andreu. Entonces lo que haces es comentar esta desproporcionada actualidad de ciudadanos que se llevan el dinero de otros, que roban, y anotas en tu agenda espacios donde sea posible todavía la normalidad, que es la ética y las buenas costumbres: entre ellos te encuentras el final de la fiesta de los patios, los pocos días que le quedan a la Bienal de Fotografía y la VI Feria del Pastoreo de Villaralto, que se está celebrando este fin de semana. La de los patios de Córdoba, con título mundial, es la fiesta más entrañable que haya podido inventar esta ciudad porque su origen proviene del arte de transformar en festejo y alegría colectiva la indigencia de la masificación en aquellas viviendas. La Bienal de Fotografía, que anda en su XV edición, aunque tilda a sus estampas de imágenes en conflicto, es un atractivo empeño de Afoco que cambia la fisonomía de ciertos espacios de la ciudad por dos meses, desde el 23 de marzo hasta el 21 de mayo. Y ya, para alejarnos definitivamente de la «sagrada familia» Pujol, a cuya comunidad se fueron a vivir casi todas nuestros parientes, lo mejor sería irnos dirección Puerto del Calatraveño, comarca de Los Pedroches, y aterrizar en Villaralto, que este fin de semana recobra su identidad y se dedica al pastoreo, oficio de muchos de sus habitantes y motivo central de su museo. Con las cigüeñas de la torre de testigos la cencerrada, el borreguito más bonito, el cordero asado, la diana pastoril, la trashumancia, el esquileo, el acarreo de ganado con perro pastor y las carrozas de la Divina Pastora serán atractivos para acudir al fin de semana de un pueblo chico que, como todos, necesita de las visitas para sentirse querido, aunque sean del turismo, un amor de paso. Pero por algo se empieza.