Nada, que no hay forma. Vuelvo a insistir en el lamentable estados de los arcos tapiados en el Patio de los Naranjos adornados con parches de pintura blanca que dan la impresión de que es un trabajo aun sin terminar. Se ve que a los responsables del Cabildo y nuestro obispo les trae sin cuidado el lamentable aspecto que presentan estas paredes. O les trae sin cuidado o no quieren ver esta vergonzosa situación que debía haberse subsanado hace ya mucho tiempo, porque esas paredes llevan así años y años. Y eso en un monumento Patrimonio de la Humanidad y que ha sido elegido según la Web Trip Advisor como el monumento mejor valorado de nuestro país, según informó la revista Iglesia en Córdoba el pasado 18 del mes junio.

¿Es así como se cuida la imagen de nuestra joya? ¿La que atrae a nuestra ciudad a miles de visitantes? Vaya una muestra de desinterés, de despreocupación y de indiferencia por la imagen que presentan estas paredes. Y a ello se suma a la desastrosa decisión de eliminar una de las preciosas celosías para que entren al interior del templo las procesiones.

Parece sencillamente increíble. ¿Hasta cuándo?

<b>Ángel Pessini Tevar</b>

Córdoba