Los recientes acontecimientos políticos decantan con notoria evidencia la escasa calidad que principalmente ostenta, personal y profesionalmente, una gran parte de las elites que conforman nuestra representación institucional, las cuales, motivadas por sus vuelos gallináceos y otras burdas utilidades y ganancias, igualmente de corto alcance, cálculos privados, odios profundos, e innata mezquindad, desatienden tanto los intereses de las formaciones sociales de las que forman parte o lideran, habida cuenta que por obedecer los mandatos constitucionales vertebran la unidad de España, como los que afectan a la nación y al conjunto de los españoles.

En funciones durante meses, el hoy gobierno, concluida la Xª legislatura que, tras los correspondientes comicios, inició con apabullante y parlamentaria mayoría absoluta, rigiendo del mismo modo en muchas CCAA y Ayuntamientos, exhibe ahora una no menor pérdida, derivada de sus notables incumplimientos programáticos, perpetrados a poco de acceder a las concernientes responsabilidades, estando, además, profundamente afectado por ciertos casos de corrupción, que, aun siendo ésta de índole transversal, han quedado sin embridar.

La parquedad de liderazgo, más errores tácticos y estratégicos de la formación centroizquierdista, que no ha sabido dirigirse a la ciudadanía con un discurso único, moderado, razonable y coherente, con el propósito de desmontar las proclamas demagógicas y populistas, de una parte y de otra realizar una eficaz oposición con los mimbres de un partido de gobierno, le ha llevado a unos resultados electorales obviamente menguados: los peores de su moderna historia.

Y mientras, el precario presidente de gobierno se posiciona, reclamando con hipocresía la urgencia de gobernar, presionando a la par a los socialistas para conseguir de éstos, en la función de su investidura, o la abstención parlamentaria o la responsabilidad de la convocatoria de unas terceras elecciones generales, soslayando al líder socialdemócrata, el cual, presuntamente, aún mantiene la esperanza de vencer y denigrarle.

* Doctor Ingeniero Agrónomo

Licenciado en Derecho