Cada día nos sorprende nuestro Ayuntamiento (la totalidad de todos los ayuntados) con procedimientos que descolocan a los ciudadanos, respecto de sus concepciones sobre la utilidad de los propios ediles en determinadas áreas consistoriales.

Ahora tenemos una comisión de investigación sobre la gestión urbanística. Bien. ¿Para qué servirá? ¿Qué conclusiones se extraerán? ¿Quién, o quienes, se beneficiarán de ella? Investigar no presupone nada que pueda considerarse infracción o transgresión de algo; se investiga para descubrir cosas, simplemente; o para, intelectual y experimentalmente, aumentar conocimientos sobre una materia determinada. ¿De acuerdo? Pero cuando se investiga con la intención de destapar algo oculto, o para delatar a alguien que, presuntamente, ha delinquido conscientemente, la investigación municipal pierde carta de naturaleza porque el escenario es equivocado: el decorado, y el ambiente, debe ser el de los juzgados y tribunales de justicia. Así de claro.

Por tanto, si el investigado (supuesto acusado) ya manifiesta que "está encantado con que se le dé la oportunidad para demostrar que todo es legal", y, por su parte, el investigador (hipotético acusador) declara, públicamente, que no duda "de la legalidad de las actuaciones llevadas a cabo en la Gerencia de Urbanismo" entonces... ¿Qué y para qué se investiga? ¿Qué es lo que se pretende con la investigación?

Creo que el objetivo investigativo es otro muy distinto del que se quiere hacer creer al ciudadano: el propósito es claramente electoralista. La escenificación de un guión melodramático cuya trama central es un claroscuro de "edificabilidades privilegiadas", con escaso porcentaje exitosodemostrativo; un argumento inconsistente, sin interés público por ineptitud de los actores que se preocupan más del maquillaje que de asumir, y vivir, el papel asignado...

De toda esta farándula, de éste cómic político, siempre saldrá una inapelable beneficiada, a bombo y platillo: la alcaldesa, doña Rosa Aguilar . ¿Por qué? Porque ella ha conseguido un cheque en blanco, disponible, para morirse de popularidad, y donde escribirá, a su gusto, la cantidad suficiente de reputación como para dejar expedito su camino de triunfal candidata a las próximas elecciones municipales. ¿En las listas de IU? El talón de reconocimiento, debidamente conformado por peñas, cofradías y asociaciones vecinales afines, se lo han proporcionado, infantilmente, tanto el PSOE como el PP al no haber podido presentar ninguna prueba comprometedora de presunta ilicitud en temas de urbanismo llamado "a la carta".

Otra cosa es el presunto "trato desigual" entre promotores: las normativas, reglas y disciplinas urbanísticas deben exigirse a todos por igual y con el mismo "celo legal", pero si los propios empresarios no lo denuncian... ¡No existe comisión de investigación que los obligue!

Vuelvo a repetir: o a los juzgados con pruebas irrefutables, o déjense de teatritos con marionetas ingenuas y aniñadas. Los ediles son los primeros que deben saber que no se "debe" ser juez y parte... ¿Qué se han creído?

* Ex gerente de empresas