En silencio, en un acto de estremecedora sencillez, recorrió el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, en Polonia, donde se calcula que los nazis exterminaron a un millón de personas, la mayor parte de ellas judías. Su gesto acerca a las personas por encima de sus creencias religiosas y es muy oportuno en un momento en el que resurgen en Europa las actitudes xenófobas. H