Papá, qué vacío más inconmensurable has dejado en todos, y es que todo lo que hacías, lo hacías de corazón, intensamente, y eso marca y deja huella imborrable. Porque tú eres único, único e irrepetible, tú mi padre, mi héroe.

Eres único, auténtico, tú creías en las personas, eras de los que, con una mirada a los ojos y un apretón de manos cerrabas un acuerdo porque eras un hombre de honor.

Tú eras en el mundo empresarial el number one, por tu instinto en ver el negocio antes que nadie y por creer en tu gente, a la que sabías hacer que dieran lo mejor de sí mismos, confiando en ellos, felicitándoles cuando hacían bien su trabajo; yo he tenido la suerte de ver el efecto que causabas cuando, con tu mirada franca, les transmitías orgullo y reconocimiento con la cercanía de tu gesto y veía en sus ojos agradecimiento y la sensación gratificante del buen trabajo cumplido. Y es que, si brillante has sido en el terreno profesional, donde «te has salido del parchís» papá, ha sido en lo familiar, para ello elegiste a la mejor mujer, compañera de camino, que se puede tener porque aúna todo: belleza exterior e interior, inteligencia, bondad y todo revestido de sencillez y dulzura. ¿Casi ná, eh?

Con ella has vivido una historia de amor que ya la querría para sí el mejor director de cine, porque ganaría todos los Oscar.

Como padre, nunca dejaré de agradecerte la enseñanza que nos has dado, el amor a la familia, pilar de nuestra existencia, el disfrutar de todos los pequeños detalles que nos brinda la vida, de la naturaleza, los paseos por el campo, de una canción, de una chimenea encendida, y de una buena conversación enfrente de ella, de un paseo por el mar también cuando está el cielo gris y hace frío, o de la compañía de un perro, el amigo fiel o de un gato que es más suyo... pero que cuando viene a ti es porque así lo elige. Que ser feliz no es solo serlo, es ser consciente de que lo eres y sentirlo con los cinco sentidos y agradecerlo a Dios. Por todo esto y mucho más, has dejado un hueco tan grande en todos nosotros, que solo se llena con el inmenso orgullo y agradecimiento que siento hacia ti, por ser como eres, mi padre, mi héroe, ¡te quiero, papá! H

<b>Mercedes Ibáñez Bueno</b>

Córdoba