La industria agroalimentaria Moreno SA ha entrado en liquidación, según ha dispuesto el Juzgado de lo Mercantil tras acreditarse su imposibilidad de alcanzar acuerdos con sus acreedores en el procedimiento concursal que la compañía presentó a finales de año pasado. Con esta caída, Córdoba se despide de otra de sus grandes empresas históricas, después de haber visto el cierre de otros grupos señeros, como Sánchez Ramade, Marín-Hillinguer o Pérez Giménez --todavía dando vueltas su adjudicación-- y una larga lista de empresas pequeñas o medianas de larga tradición y prestigio. Aunque la familia empresaria continúe su actividad por otros derroteros, la liquidación de Moreno SA pone fin al emporio creado, desde un negocio de maderas, por Baldomero Moreno Espino en 1935, diversificado después con el aceite de oliva y las salsas --la famosa mayonesa Musa, que sigue en el mercado bajo otra enseña societaria-- y convirtiéndose en pionera en la exportación, que llegó a 70 países. Igualmente participó la compañía como fundadora en la Asociación Española de la Empresa Familiar, en la que son escasas las firmas andaluzas, y mantuvo durante muchas décadas un halo de prestigio indiscutible. La crisis torció inversiones y dio lugar al declive de este grupo, en el que cabe lamentar la pérdida de empleos y de una de las industrias agroalimentarias tradicionales más sólidas de Córdoba. Ahora, cuando llegan los sones de la recuperación, todavía pasará la provincia por el trance amargo de la pérdida de ese tejido empresarial que no ha podido sostener tantos años de dificultades. Ojalá las empresas que aún aguantan y los nuevos emprendedores obtengan el apoyo necesario para que no se siga perdiendo el cada vez más reducido tejido industrial cordobés.