El año 2012 ha sido declarado por la ONU "Año de la Energía Sostenible para Todos", señalando la necesidad de avanzar decididamente en el desarrollo de las energías renovables y la eficiencia energética para hacer frente al cambio climático y a la necesidad de acceso a los servicios energéticos en los países en desarrollo.

Es un buen momento para reflexionar sobre la situación de Andalucía, justo en un año en que celebramos elecciones autonómicas en un marco de crisis sistémica con consecuencias tan graves para Andalucía como la condena al paro de más de un millón de personas.

Una vía de salida, la más justa y sostenible, a esta crisis es el cambio de modelo productivo, uno de cuyos pilares más importantes es el modelo energético.

Andalucía sufre una seria sangría económica al importar el 87,3% de la energía que consume, lastrando nuestra balanza de pagos. Paradójicamente en los últimos años Andalucía ha ido perdiendo el papel de liderazgo que un día tuvo en la implantación de energías renovables.

En energía eólica en 2011 solo ocupamos en el cuarto puesto con 2.979 MW instalados, detrás de Castilla-León (4.804), Castilla-La Mancha (3.709) y Galicia (3.289). Una potencia muy por debajo de las posibilidades en Andalucía, tanto en instalaciones en tierra como instalaciones marinas. Algo similar ocurre con la fotovoltaica, donde ocupamos el segundo lugar con 713,5 MW, por detrás de Castilla-La Mancha 856 MW. Aunque esta posición relativa no es muy negativa, los 84,7 W/hab instalados en Andalucía resultan muy escasos comparados con los 304 W/hab. de Alemania dada la gran diferencia de horas de sol disponibles.

La posibilidad de instalar paneles fotovoltaicos para el autoconsumo aprobada en el Real Decreto 1699/2011, de 18 de noviembre, abre la vía para la implantación de esta modalidad de producción, que no debe verse lastrada por trabas administrativas ni exigencias y peajes abusivos de las empresas eléctricas suministradoras.

La energía eléctrica termosolar despega con fuerza en Andalucía, con 547,8 MW acapara mas de la mitad de la potencia instalada, 1.102 MW, pero, al igual que el resto de renovables, ha sufrido un fuerte revés en los últimos años. Otro punto fuerte de este sector es su capacidad de generación de empleo hasta siete veces más que los combustibles fósiles, algo que en esta coyuntura es de especial importancia.

La producción de energía con fuentes renovables nos libera de la dependencia externa, libera recursos económicos y genera riqueza interna, a la vez permite la reducción de emisiones de dióxido de carbono, CO2, excesos que debemos de pagar al superar los compromisos de nuestro país por el Protocolo de Kyoto, por la miopía política de los gobiernos del PP y el PSOE.

Las actuales y probables consecuencias futuras del cambio climático en Andalucía debe ser otro vector que impulse las energías limpias.

Si añadimos que el desarrollo e implantación de tecnologías renovables nos permite la exportación mundial de las mismas no es comprensible el parón y retraso en la implantación decidida de las mismas.

El sector termosolar ha presentado un estudio, realizado por la consultora Deloitte, que mantiene que este sector aporta al PIB español nueve veces más que las primas que recibe. En la misma dirección apunta el estudio realizado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, IDAE, por la misma consultora, para el conjunto de las energías renovables; desbaratando el mito que mantiene que las renovables son caras. Diversos estudios avalan que la más costosa de ellas, la fotovoltaica, ha alcanzado la paridad de red es decir el precio de la instalación de paneles fotovoltaicos compensa la factura que evitamos pagar a la empresa distribuidora de electricidad, en un sistema de precios trucado y opaco por otra parte.

Es de reseñar que el sector creció un 8,2 % en 2010 en un marco de crisis económica y a pesar de las trabas impuestas por el anterior gobierno, esperando que el actual no perpetúe,

EQUO propone que el sector eléctrico de pasos urgentes para conseguir que el 100% de la electricidad tenga origen renovable para 2030. En ese empeño Andalucía, por sus condiciones climáticas y la capacidad de nuestros profesionales, debe jugar un papel de claro liderazgo.

En consecuencia saludamos el autoabastecimiento eléctrico conseguido por Lucena recientemente señalando que estos objetivos son posibles y marcando el camino a seguir.

* Coportavoz de EQUO Córdoba