David tiene 64 años, padece cáncer con metástasis. Junto a su esposa, Conchi, de 63 años, han sido desahuciados de su casa tras una operación nada clara de una entidad financiera. Están durmiendo en una autocaravana. Ayer, decidieron plantarse en la puerta del Palacio de la Moncloa para pedirle ayuda al presidente del Gobierno. Pero allí les dijeron que no podían hacer nada por ellos, que tenían que marcharse.

Conchi y David no tienen a dónde ir, su vivienda ahora es del banco, así que decidieron quedarse en el hall de "la casa" de Mariano Rajoy hasta que alguien ponga remedio a su situación. Cuando escribo estas líneas siguen allí y pensaban pasar la noche y todo el tiempo que sea necesario hasta que les devuelvan su vivienda, que no dejaron de pagar sino por un posible error o un cambio en la propiedad de su hipoteca que ellos desconocían. Si no les echan las fuerzas de seguridad, allí seguirán hoy.

Son dos caras de una tragedia que sigue afectando a miles de familias, a las que de poco les sirve el optimismo que muestra el Gobierno español, que desgrana de nuevo su coletilla de que "España va bien", aunque hay millones de parados, miles de familias desahuciadas, millares de mayores y dependientes malviviendo con pensiones mínimas y sin apenas recursos sociales.

Si la economía mejora, ¿dónde están las soluciones para todas esas personas? ¿Tendremos que ocupar la Moncloa, la Zarzuela y el Congreso para que recuerden que todos ellos deberían servir solo al pueblo? OccupyMoncloa.