"El que la sigue la consigue”. Así reza uno de nuestros muchísimos refranes, y ojalá pueda decir lo mismo que su antecesor al despedirse del cargo: “Me voy con el orgullo de haber dejado a España mejor que me la encontré”. ¿Usted cree que lo va a conseguir rodeado de la jauría que le ha apoyado a conseguir su objetivo de dormir, tranquila y plácidamente en la Moncloa?. Una buena parte de los españoles, incluidos bastantes de su propio partido, lo ponemos en duda, pues aunque lo ha conseguido por cauces legales constitucionales, queda por ver a cambio de qué y con quién. Ya mismo empezarán a pedirle cuentas.

No hace muchos días, usted mismo, al escuchar la fórmula de jurar el cargo, un tal Torra, como presidente de la Generalitat, en la que se omitió la Constitución y al Rey, decía que habría que arbitrar la fórmula para que todo cargo público lo haga de tal forma que estas dos instituciones estén presentes. Ya es suya esta responsabilidad. ¿Será capaz de llevar adelante esta primera iniciativa? ¿Será capaz de que se cumpla el artículo 4-2 en el que se dice que “las banderas y enseñas de las Comunidades Autónomas se utilizarán junto a la bandera de España en sus edificios públicos y en sus actos oficiales”? Pues en el juramento de este tal Torra la bandera de España brilló por su ausencia.

Entre los ministrables habría que preguntarse por los dichos o hechos de algunos de ellos. Carmen Calvo, “el dinero no es de nadie”, y los archivos de Salamanca a Cataluña, atendiendo a reivindicaciones catalanas; Jordi Sevilla se comprometió con Rodríguez Zapatero a darle unas charlas sobre Hacienda; José Borrell y Cristina Narbona se opusieron a los trasvases y sí a la construcción de desoladoras; Margarita Robles también era diputada cuando Rodríguez Zapatero congeló las pensiones.

Por cierto que un acuerdo a nivel nacional sobre el agua sería una de las prioridades de su Gobierno, pues el agua sí que no es exclusiva de una comunidad, ya que en tiempos de sequía habría que atender las necesidades de unas comunidades u otras. Ahí tiene otro reto.

¿Será capaz su Gobierno de que el castellano tenga el mismo trato en todas las Comunidades y que se exija un idioma determinado para desempeñar su función?. Yo en este caso propondría que en Andalucía el que no sepa bailar sevillanas o tocar las castañuelas no pueda optar a ocupar un puesto de la administración.

Prometió convocar elecciones pronto. ¿Lo hará? Hay tantos retos por delante que tengo mis serias dudas que sepa y pueda y quiera resolverlas. A lo mejor hace bueno a Zapatero.