Las autonomías han expresado su preocupación por el anuncio en el Senado del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de no reformar el modelo de financiación por falta de tiempo y han recordado que se trata de una exigencia legal y es urgente abordarlo. En concreto, la presidenta andaluza, Susana Díaz, aseguró ayer que en su próxima reunión con Sánchez defenderá con firmeza el «mandato» del Parlamento regional que reclama que Andalucía reciba 4.000 millones de euros más por su infrafinanciación autonómica. Y esta es la postura que el Gobierno andaluz debe mantener. Pedro Sánchez puede optar por dar visibilidad a distintas comunidades autónomas en direcciones contradictorias, y que ese objetivo sea una solución transitoria ante el difícil panorama de llegar a una reforma completa del sistema de financiación o a la creación de un nuevo modelo. Pero la posición de Andalucía no puede ser otra que de firmeza, claridad, transparencia en las negociaciones y la exigencia de objetivos respaldados por el propio acuerdo en el Parlamento. Si Pedro Sánchez llega a los 4.000 millones que Andalucía reclama, quizás pueda ser el momento en el que se plantee o no el cierre definitivo de un nuevo modelo de financiación, pero la reivindicación de Andalucía ha de ser irrenunciable e inaplazable. Así que parece necesaria la posición defendida por Susana Díaz frente al discurso de Pedro Sánchez en el Senado. Cambiar ahora de postura supondría, además, poner en juego su propio crédito.