Hace unos días, no muchos, en la sección Carta Ilustrada del Diario CÓRDOBA aparecía un escrito, que hacía un ciudadano, sobre el estado en que se encontraba el Molino de La Albolafia, así como sus alrededores, donde proliferan jaramagos y desperdicios de todas clases. Nosotros nos adherimos a tal denuncia, añadiendo que en el molino citado hay un elemento, su noria, que forma parte del escudo de la ciudad, lo cual agrava el asunto.

Si lo dicho anteriormente es algo deprimente, aumentado por el hecho de que es paso casi obligatorio de todos los turistas por aquel lugar, ya que es uno donde aparcan los autobuses de los mismos ¿Qué nos dirán de los desperdicios que están esparcidos por el foso existente delante de la muralla, aneja a la entrada del Ayuntamiento? ¿Es posible que tantas personas como trabajan en dicho edificio no se den cuenta del estado lamentable que presenta el nombrado foso? ¿Tan difícil es limpiarlo, si es necesario, todos los días?

Por favor, que el Ayuntamiento es el lugar que nos representa a todos los cordobeses, y está enclavado en la zona histórico-artística, la cual fue nombrada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, y esto nos debe obligar a dar una buena imagen, en correspondencia a tal honor. ¿Y la estamos dando? Creemos que no.

Somos ciudadanos de Córdoba, y como tales, nos sentimos con el derecho y la obligación de decir aquello con lo que no estamos de acuerdo, y hoy lo hacemos sobre el tema arriba expuesto. Con ello esperamos que quien corresponda dé las órdenes oportunas para eliminar tal despropósito, del cual presentamos una fotografía, donde se puede observar el motivo de esta carta.

Francisco Solano Pérez Pastor.

Por el Grupo de Opinión de los Jardines de los Patos</b>

Córdoba