En la Antigüedad se dudaba de que la Tierra fuera redonda. Hoy, hay quien duda de que Bob Dylan sea un poeta y le conceden únicamente el atributo de cantautor. Nadie hablaría de estas cosas si no fuera porque a Bob Dylan le han concedido el Nobel de Literatura, y ya hay gritos en el cielo, vestiduras rasgadas, cilicios y penitencias, azotes en la espalda. Habría que recordar, en primer lugar, que el premio Nobel no es el paradigma de nada, no es el summun del acierto ni una verdad incuestionable, todo el mundo puede opinar y todo el mundo tiene sus razones. Se armó la de Dios cuando el de la Paz se lo dieron a la Unión Europea por haber garantizado la paz durante casi un siglo en un continente dada su inclinación natural a zurrarse hasta la extenuación, y fue criticado porque el común cree que un Nobel es un certificado de beatitud y santidad, y no lo es, se concede por lo que se concede, y punto. Cuestionable han sido el de la Paz a Kissinger y a Obama, el de Literatura a nuestro Jacinto Benavente, y muchos de Literatura a veces a escritores irrelevantes. Bob Dylan es un poeta, un poeta bueno además, un poeta que si no inventó, sí que extendió la llamada poesía urbana (desde mi punto de vista mejorada por Joaquín Sabina y Paul Simon, valgan las comparaciones, es otra opinión). Y un cantautor es un escritor que canta lo que escribe. ¿O no era poesía la literatura de cordel que en la Edad Media se salmodiaba en las plazas de los pueblos de España, Portugal y luego en Brasil? ¿No eran poetas los trovadores que cantaban sus obras? Ellos elevaron el amor, el valor y el honor a categorías literarias, a tópicos de costumbres que aún colean. ¿No era poeta Homero, que recitaba su Ilíada y su Odisea con ciertos instrumentos? ¿No fue inventada la rima romance acompañada de ritmos, precisamente para que el pueblo recordara mejor las obras? Por favor, no les pase a algunos como al hombre de la canción de Paul Simon Una simple filípica incoherente, que confundía a Bob Dylan con Dylan Thomas (ambos poetas de sus tiempos pero diferentes en sus intenciones), lo que le hace decir a Paul Simon que, por confundirlos, «ese hombre no tiene cultura».

* Profesor