Tras quedar descabalgado de la carrera al Elíseo de este año, otra mala noticia para el dirigente conservador: la justicia quiere que explique por qué superó con creces el gasto permitido en la campaña del 2012, que perdió frente al socialista François Hollande. Aunque el límite de gasto legal era de 22,5 millones de euros, el expresidente francés destinó 42,8 a su campaña.